Estos nuevos fondos se distribuirán con base en la gravedad de la emergencia en cada país y el dinero que ya hayan aportado los países donantes para hacerles frente, explicó en un comunicado el organismo internacional.
Sus destinatarios serán las agencias humanitarias de la ONU, la Organización Internacional de Migración (OIM) y ONGs que trabajen en los países seleccionados.
Según la ONU, el dinero, que saldrá del fondo de emergencias de Naciones Unidas, se destinará al Chad, la República Democrática del Congo (RDC), Yemen, Corea del Norte, la República Centroafricana, Yibuti, Eritrea, la República del Congo y Nepal.
Las dos principales partidas, de 8 millones de dólares cada una, se destinarán a combatir el aumento de la malnutrición en Chad y a las víctimas del largo conflicto armado en la región nororiental de la RDC.
Por otra parte, las agencias de la ONU recibirán 5 millones de dólares para sus actividades en Corea del Norte, que sufre hambrunas cíclicas.
OCHA ya tuvo que destinar el pasado enero cerca de 97 millones de dólares a las llamadas «crisis humanitarias olvidadas», como se conocen a las situaciones de esta naturaleza que no han recibido una atención suficiente de los países donantes.
En este sentido, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, John Holmes, advirtió el pasado miércoles que el organismo cuenta con la mitad de los 9.500 millones de dólares que necesita este año para afrontar emergencias humanitarias como las provocadas por el terremoto en Haití o las crisis alimentarias que atraviesan varios países de la región africana del Sahel.
