Ginebra- La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos condenó el asalto este jueves del Hospital Nasser, en el sur de la Franja de Gaza, tras una semana de asedio a la instalación, en la que se ha bloqueado la llegada de suministros médicos, alimentos y combustible.
«La acción sigue un patrón de ataques de fuerzas israelíes a infraestructura vital en Gaza, especialmente hospitales, con similares asaltos registrados por nuestra oficina en la capital, el norte, centro y Jan Yunis, con graves consecuencias para pacientes y sanitarios», subrayó la portavoz Ravina Shamdasani en un comunicado.
«Tras un conflicto que ha dejado cerca de 70.000 heridos, en un sistema sanitario casi colapsado debido a los ataques a las instalaciones de salud y restricciones a suministros esenciales, el impacto en los civiles es terrible», añadió.
La portavoz recordó que las instalaciones sanitarias están protegidas por la ley humanitaria internacional.
«Incluso si Israel concluye que una instalación de este tipo ha perdido esta protección por ser usada en actividades perjudiciales para su ejército, debe respetar los principios de proporcionalidad y precaución», declaró Shamdasani.
«Como poder ocupante, Israel tiene el deber de garantizar y mantener las instalaciones sanitarias en todo el territorio ocupado, algo que incluye Gaza», concluyó.
Según la oficina que dirige el alto comisionado Volker Türk, el asalto se produce apenas una semana después de una acción similar en otro hospital del sur de Gaza, el Al Amal de Jan Yunis.
En el asalto de este jueves, denunció la oficina de la ONU, el Ejército israelí ordenó el traslado de todos los pacientes a otros edificios, incluidos aquellos de cuidados intensivos o bebés de incubadoras, exponiéndolos a graves riesgos, incluso de muerte.
La oficina también recibió denuncias, aunque no confirmadas, de detenciones de personas que intentaban salir del centro hospitalario. EFE/ir