«Esta es la opinión del Comité de Emergencia», señaló Chan, en una conferencia de prensa telefónica desde Hong Kong, en la que volvió a defender la actuación del organismo frente a las críticas por haber causado una alarma innecesaria y un desmedido gasto en vacunas.
No obstante, la responsable de la OMS dejó claro que el paso a la fase post pandémica «no significa que el virus H1N1 haya desaparecido», al tiempo que defendió la controvertida gestión que el organismo sanitario ha hecho de la crisis.
«En base a nuestra experiencia con anteriores pandemias, esperamos que el virus H1N1 adopte un comportamiento similar al del virus de la gripe estacional y continúe circulando los próximos años», dijo Chan.
Y añadió que «en este periodo postpandémico pueden aparecer brotes con niveles significativos de transmisión del H1N1. Esta es la situación que observamos ahora en Nueva Zelanda y puede darse en otros lugares».
Chan subrayó que en la actualidad el virus de la gripe A no es el dominante y que en la mayoría de los países circula una mezcla de virus gripales.
Y como en algunos lugares -dijo- entre el 20 y el 40 por ciento de la población fue infectada por el virus H1N1, eso les ha dado una cierta inmunidad.
Pese a todo, la directora general de la OMS advirtió de que este virus «seguirá causando una enfermedad grave en grupos de jóvenes y otros grupos de riesgo» por lo que insistió en que se sigue recomendando la vacunación.
«En este año que ha pasado, hemos tenido suerte. El virus no ha mutado a otra forma más letal y no se ha desarrollado resistencia al oseltamivir (principio activo de los medicamentos contra el virus), y la vacuna ha demostrado ser segura y ajustada al virus», subrayó, frente a las críticas recibidas por la OMS después de que los gobiernos gastaran millones en vacunas no utilizadas.