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La OEA llama a la calma y al diálogo tras acusaciones y ruptura

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Washington – La OEA pidió hoy a Colombia y Venezuela que «calmen los espíritus» y busquen un «camino» para superar la ruptura de relaciones que provocó la denuncia colombiana ante el foro regional sobre la presencia de unos 1.500 guerrilleros en territorio venezolano.
 

La noticia de que el Gobierno venezolano había cortado sus lazos con Colombia, conocida tras una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) para escuchar las denuncias colombianas, motivó llamamientos a la calma, el diálogo y la búsqueda de un entendimiento, así como ofertas de mediación, por parte de una veintena de Estados miembros.

El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, hizo un «llamado a calmar los espíritus y buscar un camino» para que Colombia y Venezuela superen en los «próximos meses» esa ruptura, y ofreció la cooperación y los buenos oficios del organismo.

Eso sí, recordó, ambas naciones tienen que dar este paso de «común acuerdo».

Según dijo desde Caracas, el presidente venezolano, Hugo Chávez, rompió relaciones con Colombia ante la «gravedad de lo ocurrido» en la sesión extraordinaria de la OEA y «por dignidad».

Previamente el embajador de Colombia, Luis Alfonso Hoyos, había denunciado una presencia «consolidada», «activa» y «creciente» de unos 1.500 guerrilleros en Venezuela, y pedido al Gobierno de Chávez que tome «sin dilación» acciones «inmediatas» contra los 87 campamentos que, según dijo, existen en su territorio.

Según Hoyos, el Gobierno de Álvaro Uribe ha buscado «pacientemente la cooperación bilateral» y la mediación, pero todos los esfuerzos han sido «infructuosos».

Recalcó que «nunca es tarde» y e hizo votos para que las pruebas presentadas ante la OEA generen «una reacción del Gobierno venezolano» que no sea «simplemente el insulto y el ataque», sino la cooperación «práctica» y «real», en cumplimiento de sus obligaciones nacionales e internacionales.

Hoyos, a quien se le quebró en dos ocasiones la voz, enseñó a los demás embajadores en pantallas fotografías, mapas, coordenadas, imágenes de satélite y vídeos de cuatro campamentos en territorio venezolano.

Igualmente documentó la presencia de importantes cabecillas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el país vecino, entre ellos, dijo, Jaime «Canaguaro» y «Ciro», el jefe «Iván Márquez», el «canciller» Rodrigo Granda y Carlos Marín Guarín», alias «Pablito».

Hoyos, que ha entregado a la OEA todo el material para que lo evalúe y lo analicen también los países miembros, pidió al organismo interamericano que cree una comisión internacional que verifique «in situ» en 30 días la presencia de las guerrillas en Venezuela.

El plazo, indicó, no debe ser mayor para que no se pueden «tapar» las pruebas.

El embajador venezolano, Roy Chaderton, rechazó en el turno de réplica tajantemente la denuncia presenta por Hoyos, que calificó de «mentira evidente» y «maliciosa»; de «montaje» y de «circo mediático», al tiempo que rechazó la posibilidad de permitir que la OEA envíe una Comisión a Venezuela.

«Se sentaría un precedente muy curioso en este foro de gente informada (…) si nos dedicáramos a visitar cada uno de nuestros países para pronunciarnos sobre los problemas de orden interno», dijo.

Por ello consideró que la presentación de pruebas por parte de su colega colombiano era un «juicio muy curioso» y advirtió de que puede «poner en peligro y comprometer la relación bilateral».

El embajador venezolano aseguró que las FARC, el ELN y las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (ya disueltas) «son un fenómeno colombiano».

«Siguen en Colombia porque su presidente, el que más se vanaglorió de haberlos derrotado, no pudo cumplir sus promesas», afirmó en referencia a Álvaro Uribe, que abandonará la Presidencia el próximo 7 de agosto.

Resaltó que la sesión de la OEA fue «un capricho de un gobernante lleno de rabia y sin capacidad para controlar sus emociones» pero que tiene una «tarea por acabar»: la de «acabar» con Chávez.

Por medio de Hoyos, el Gobierno colombiano calificó la ruptura de las relaciones de «muy triste» y de «doble error histórico».

Venezuela no debería «romper las relaciones con un gobierno legítimo, sino con esa «banda de criminales» que son las guerrillas, indicó Hoyos, a la vez que lamentó que Venezuela cierre las puertas a la visita de una comisión que verifique las pruebas presentadas.

La sesión solicitada por Colombia estuvo precedida de un intento del Gobierno ecuatoriano para que no se concretara, lo cual fracasó al renunciar su embajador ante la OEA, Francisco Proaño, quien hasta este miércoles era el presidente de turno del Consejo Permanente.

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