Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – Los incendios forestales, la deforestación, la invasión de terceros y la construcción de carreteras ilegales generan un deterioro y devastan el departamento de Gracias a Dios y especialmente la selvática región de La Mosquitia, su gran reserva natural declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO en 1982 y base del encuentro de al menos cuatro culturas ancestrales.
– La Biosfera del Río Plátano y otras 74 reservas protegidas de Honduras pierden cada año miles de hectáreas de bosque ante la presencia de grupos criminales, especialmente narcotraficantes e invasores.
– En los últimos 10 años más de 200 pistas clandestinas de aterrizaje, conocidas como narcopistas, han sido halladas y destruidas en La Mosquitia pero poco después las mismas vuelven a surgir sin mayores dificultades.
– La construcción sin permisos de una “narcocarretera” de más de 100 kilómetros que toca hasta el corazón de la Biosfera del Río Plátano, un patrimonio mundial de la humanidad, declarado por la UNESCO en 1982, es uno de los más graves perjuicios ambientales que ocurren en la región.
Invasiones por doquier
El presidente de la Confederación de Pueblos Autóctonos de Honduras (CONPAH), Donaldo Allen en conversación con Proceso Digital denunció que son varios los problemas que está atravesando el departamento de Gracias a Dios.
“El tema toral que los pueblos indígenas estamos padeciendo en La Mosquitia es que sus áreas protegidas están siendo invadidas por terceros y eso vuelve crítica la situación entre los pueblos”, detalló.
Agregó que “la tenencia de tierra de forma ilegal por terceros que llegan hasta nuestros territorios, los invade y en muchos de los casos amenazan a quienes buscan conservar las áreas protegidas que tiene el departamento”.
Indicó que 1.5 millones de hectáreas de La Mosquitia están tituladas para los 12 pueblos territoriales, pero lamentablemente en esa lucha de tenencia de tierras, el gobierno no ha cumplido con su protección y “hoy los terceros han venido a acaparar lo que nos pertenece dañando, las reservas y la zona de amortiguamiento de la biosfera”, dijo el líder de la confederación de pueblos originarios.
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Carretera ilegal
En el mismo orden, también señaló que por más de dos años han venido denunciando primero la construcción de una carretera que comunica Olancho y Gracias a Dios y a la que los ambientalistas y líderes de los pueblos han denominado como “narcocarretera” , misma que el asesor presidencial Manuel Zelaya dijo que era de utilidad y que no se iba a destruir, pese a que le precedía el anuncio del ministro del ambiente Lucky Medina, comprometiéndose a clausurarla.
Posteriormente se denunció la construcción ilegal de vías y ramales que conectan los pueblos de la región y las áreas protegidas, incluso el corazón de la propia Biosfera del Río Plátano, con la carretera denunciada, algunos pueblos pararon su construcción, pero en otros sectores se continuó.
“Para nosotros la construcción de esta carretera que conecta el departamento de Olancho y Gracias a Dios es un atropelló al convenio 169 al convenio de la OIT que Honduras es su suscriptor”, arguyó el presidente de CONPAH, Donaldo Allen.
Reafirmó la denuncia en el sentido de que “La Mosquitia se está deteriorando por culpa de la invasión de terceros a nuestros territorios en confabulación con el Estado”.
Nuevos tramos en construcción
Denunció que los tramos para conectar la carretera principal con otras municipalidades nuevamente se están construyendo y en algunos casos con ayuda de alcaldes.
“Hay sectores como Wampusirpi con Puerto Lempira abriendo brecha para poder entrar y ver la posibilidad de llegar a la frontera con Nicaragua a través del sector de Mocorón”, sostuvo.
Indicó que esa situación los mantiene preocupados porque se están abriendo brechas en diferentes sectores para sacar la madera de color, las últimas caobas, por puntos ciegos.
Apostilló que son más de tres mil manzanas que están tituladas a favor de los pueblos indígenas pero que han sido acaparadas por terceros que han llegado a invadir y devastar los recursos de los pueblos.
A criterio de Allen, todos los permisos que dan para operar y poder talar el bosque son ilegales porque esas tierras pertenecen a los pueblos indígenas que son los encargados de vigilar y conservar la flora y fauna.
El dirigente pidió al gobierno un saneamiento que establezca los parámetros de quienes deben de estar y salir de forma inmediata en esos sectores que han sido invadidos.
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Desastre ambiental
Por su parte, el dirigente indígena de la zona, Modesto Morales, dijo a Proceso Digital que a ellos les preocupa el desastre ambiental que se está registrando en La Mosquitia.
“Hay una deforestación que da lástima, por todos los sectores hay denuncias sobre la tala indiscriminada del bosque, nos vamos a quedar sin recursos”, señaló.
Indicó que las principales zonas protegidas de La Mosquitia están siendo víctimas de la deforestación.
Asimismo, dijo que otro problema que presentan son los incendios forestales que también consumen cientos de hectáreas de bosque.
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Operaciones de protección y conservación del bosque
Por su parte, el portavoz de las Fuerzas Armadas, coronel José Coello dijo a Proceso Digital que la institución realiza constantes operaciones de protección y conservación del bosque.
Indicó que el Comando de Apoyo al Manejo del Ecosistema y Ambiente busca frenar las acciones que se realizan de forma ilegal en La Mosquitia.
Recordó que el departamento de Gracias a Dios es extenso por lo que se trata de abarcar el mismo con los recursos que se tiene.
Detalló que en los últimos días se logró frenar de manera inmediata el descombro de bosque en el sector de Río Negro, zona de amortiguamiento de la Biósfera del Rio Plátano.
Reiteró que a través del personal del Primer Batallón de Protección Ambiental y en apoyo al Instituto de Conservación Forestal ICF, realizan patrullajes en zonas específicas para proteger el medio ambiente, combatir incendios forestales y capturar a personas que también se dedican a la narcoactividad.
Gracias a Dios, puente y base de la droga
Las múltiples operaciones de los cuerpos de seguridad del Estado reflejan que el departamento de Gracias a Dios sigue siendo el puente de la droga entre el sur y el norte del continente, así como también una base en la que siembran y transitan los narcos.
Los grupos criminales han encontrado en este departamento insular una parada importante para el transbordo de la droga que sale de Colombia y Venezuela.
Aquí el aterrizaje de narcoavionetas, así como la destrucción de pistas clandestinas de aterrizaje es el pan nuestro de cada día.
Plantaciones de coca y narcolaboratorio
El 11 de febrero del presente año, en el municipio de Juan Francisco Bulnes, Gracias a Dios, tuvo lugar una nueva operación antidroga con la erradicación de más plantaciones de arbustos de coca y estructuras clandestinas utilizadas para procesar el alcaloide.
En el sitio se hizo el hallazgo de siete paquetes de pasta de coca y además se encontraron armas largas.
Los agentes contra el crimen organizado de la ATIC efectuaron la erradicación de la plantación en una zona montañosa de difícil acceso, denominada Siksatara, al sur del municipio en mención.
En la operación se aseguró una plantación de coca con un aproximado de 250 mil 934 arbustos de coca-
Además, en el sector se encontró un narcolaboratorio para el procesamiento de droga.
Así es La Mosquitia
La población misquita es una de las ocho etnias que conforman el país. Los misquitos se concentran en el caribe hondureño, en la selva del departamento de Gracias a Dios. En esa región también moran garífunas, pech y tawahkas.
Gracias a Dios fue establecido oficialmente como departamento el 21 de febrero de 1957 y es el segundo departamento con mayor extensión territorial del país. Cuenta con una superficie de 15,876 kilómetros cuadrados y se divide en seis municipios: Puerto Lempira, la cabecera, Brus Laguna, Juan Francisco Bulnes, Ahuas, Wampusirpi y Villeda Morales.
El medio de transporte entre las comunidades misquitas es, en gran parte, a través de canoas o pipantes, la movilización es por ríos, a veces, se camina por las playas, pero solo entre las comunidades más cercanas.
La región de La Mosquitia, a la cual se puede acceder solo por aire o mar, posee una riqueza natural impresionante, pues encierra un ecosistema tropical de vital importancia para los recursos marinos y costeros, además de contar con playa vírgenes de arena blanca que engalanan la zona. La Mosquitia también es poseedora de caudalosos ríos y manglares. Es una zona donde la civilización aún no termina de descubrir todo lo que encierra.
Su riqueza está en peligro, su biológica y otras reservas que la rodean están siendo devastadas por la mano criminal del hombre.
Donde los incendios forestales, la construcción de carreteras en zonas de reserva, la tala del bosque, la siembra de droga, las invasiones de terceros están acabando con su belleza y cultura. (IR)