Tegucigalpa – La belleza de la arquitectura colonial del centro histórico de Tegucigalpa se ha visto opacada por la contaminación visual que representa la maraña de cables que se encuentran en sus postes, afectando la tranquilidad emocional del ciudadano, aunque eso podría cambiar en el futuro si se concretan los planes de las autoridades locales de concretar el cableado subterráneo.
Las autoridades capitalinas, impulsan un proyecto para que el cableado se traslade a ductos subterráneos y así liberar un poco al centro histórico de la contaminación visual.
El diputado Mauricio Villeda presentó un proyecto para eliminar la contaminación visual, mediante la regulación del retiro de cables en desuso en todos los postes del país.
El centro histórico de Tegucigalpa es heredero de las construcciones coloniales, luego que la ciudad fuera fundada en medio de los cerros que rodean la ciudad, lo que en su momento la convirtió en una atracción para los visitantes que se inspiraban en las joyas de construcción heredadas desde principios del siglo XX.
Pero la modernización que ha tenido la ciudad le ha provocado una metamorfosis, pero en detrimento de su atrayente encanto colonial, ya que el avance de la electrificación, seguida de las telecomunicaciones impactó negativamente en la misma.
La construcción de edificios de altura provocó que la arquitectura colonial se viese disminuida, además conllevó que se levantarán postes para que transmitieran la energía y posteriormente los servicios de telecomunicaciones.
A lo anterior se sumaron la colocación de los rótulos que se instalaron en los negocios del centro capitalino y posteriormente en sus barrios cercanos terminó por quitar la belleza arquitectónica y con ello la tranquilidad emocional.
Las autoridades capitalinas, ya en pleno siglo XXI impulsan un proyecto para que el cableado se traslade a ductos subterráneos, de manera que el centro y lo poco que ha quedado de su Arquitectura colonial restablezcan su esplendor del pasado.
A esto los especialistas le llaman contaminación visual y los esfuerzos para revertirlas se hacen a nivel municipal, como algunas iniciativas en el legislativo.
Postes eléctricos sobrecargados
La sobrecarga de cables en los postes de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), representan un peligro para la población hondureña, con especial énfasis en las principales ciudades, donde el Distrito Central, San Pedro Sula y La Ceiba reportan puntos críticos.
La maraña de cables en las estructuras de estatal en ocasiones ha causado dañas graves, como el fatal accidente en 2012 donde perdió la vida el dirigente empresarial y deportivo, Gilberto Díaz del Valle.
El sobrepeso de cables ha sido el causante de caída de postes, ocasionándole a la ENEE la erogación de hasta 97 mil lempiras por cada poste reemplazado, además de la interrupción del suministro de fluido eléctrico por unas 8 horas, que es el tiempo que lleva la instalación de una nueva estructura.
Según el informe correspondiente a la estimación del costo de las unidades constructivas utilizadas en la modelación de los activos eléctricos de ENEE, elaborado en junio de 2021, cada poste de concreto está diseñado para soportar entre mil y 7,500 libras de peso y su costo oscila entre 274.9 dólares y 3,596.5 dólares, es decir entre 6,795.53 y 97,891.2 lempiras, al cambio actual.
REGULACIÓN
Según estadísticas del último censo levantado por el Proyecto para la Mejora de la Eficiencia (PROMEF), alrededor de 110 mil postes propiedad de la estatal eléctrica son utilizados a nivel nacional por las compañías de telecomunicaciones y transmisión de datos.
En base al acuerdo N0. 01-JI -64-2009, las empresas de telecomunicaciones y transmisión de datos deben cancelar a la ENEE unos $ 0.85 centavos por cada cable fijado al poste en Tegucigalpa, San Pedro Sula y La Ceiba, mientras que para el resto del país, la tarifa es de $ 0.35 centavos de dólar.
La ENEE realiza inspecciones continuas de las instalaciones de cables a nivel nacional, exigiendo a las empresas de telecomunicaciones, instalar raquetas para ordenar su cableado.
En marzo de 2022, el diputado del Partido Liberal, Mauricio Villeda presentó una ley para eliminar la contaminación visual, mediante la regulación del retiro de cables en desuso en todos los postes del país, incluyendo cables de telecomunicaciones, de telefonía, de energía eléctrica, fibra óptica y cámaras de seguridad.
“Los cables abandonados pueden ser retirados y reutilizados mediante el reciclaje que puede ser una nueva fuente de trabajo en Honduras”, dijo el parlamentario al hacer su propuesta, donde recordó que el problema de la maraña de cables es un tema de las principales ciudades del país.
En algunos casos, dijo Villeda, esa cantidad de cables, obstruyen las cámaras de seguridad, obstaculizan los semáforos e incluso el alumbrado público.
En ese sentido, el proyecto del diputado busca que se localice a los dueños de los cables en desuso, se les dé un plazo de unos 5 meses para que retiren los mismos y en caso contrario, lo hagan las municipalidades del país, aplicando tasas equivalentes a los gastos en que incurran al retirar dicho cableado.
Las multas propuestas por Villeda oscilan entre los cinco mil lempiras mensuales la primera vez; 25 mil lempiras la segunda vez y 50 mil lempiras, la tercera vez.
Cableado subterráneo
El director de Ordenamiento Territorial de la Alcaldía Municipal del Distrito Central (AMDC), Benjamín Bustamente, dijo a Proceso Digital que el manejo de la maraña de cables en la capital les corresponde a las autoridades de la ENEE, Hondutel y las empresas de servicio de cable.
No obstante, las autoridades edilicias trabajan en tres proyectos de cableado subterráneo, en igual número de puntos conflictivos en la capital.
El que va más avanzado, dijo Bustamante, es el proyecto de la avenida Miguel de Cervantes, en el casco histórico de Tegucigalpa, donde el cableado subterráneo será solamente para telecomunicaciones. “En un momento se planteó incluir líneas secundarias, pero se iba de las manos el presupuesto”, acotó.
El costo del proyecto es de 110.9 millones de lempiras e incluye 1,200 metros lineales de liberación de cableado en más de un kilómetro, donde se van a liberar en un 80%.
Los dos proyectos restantes, previstos para ser ejecutados entre 2024 y 2025, librarán de las marañas de cables la avenida Cristóbal Colón, sobre la cual se encuentra la casa del prócer Francisco Morazán.
También se aliviará la red de cables de la avenida Máximo Jerez, en dirección al barrio La Leona, puntos donde la maraña de cables ya forma parte de la historia de estos sitios. VC