Roma – La isla de Capri (sur), uno de los destinos predilectos y más exclusivos de Italia cada verano, ha prohibido a sus tiendas y restaurantes asaltar a los turistas a pie de calle para ofrecerles ofertas, promociones o actividades «no pedidas».
El alcalde, Paolo Falco, ha publicado una ordenanza en la que se prohíbe «ejercer en zonas y suelos públicos cualquier tipo de promoción de ofertas de bienes y servicios, incluida la publicidad ambulante» a restaurantes u otros negocios.
La sanción, en caso de contravenir esta normativa, serán multas económicas y hasta el cierre del negocio durante tres días.
Esta isla situada frente al Golfo de Nápoles, en un extremo de la península de Sorrento, es uno de los destinos más deseados por los turistas que cada año llegan a Italia debido a su rico patrimonio histórico y natural y sus idílicas aguas mediterráneas.
Sin embargo, el regidor constata en su ordenanza que muchos de sus visitantes son «continuamente asaltados y detenidos» por la calle por comerciantes de todo tipo para proponer «las más desesperadas prestaciones de bienes y servicios no solicitadas».
«Considerado que la situación descrita, agravada con los flujos turísticos crecientes en temporada alta, determina un grave perjuicio al decoro urbano y es necesario intervenir con urgencia», alega, antes de decretar las sanciones.
La Unión Nacional de Consumidores ha aplaudido la medida, ya que cree conveniente «cortar las presiones» a los turistas y la «ocupación irregular de suelo público» con los típicos carteles para indicar establecimientos y ofertas. JS