Por: Otto martín Wolf
El difunto Hugo Chávez bautizó su movimiento dictatorial con el romántico y sugestivo nombre de “Socialismo del Siglo 21”.
Qué era eso? Nada, sólo un nombre que despertaba alguna clase de esperanza en la gente de Venezuela, acostumbrada y hastiada de gobiernos corruptos y dictaduras democráticas.
Quienes creyeron en el Socialismo del Siglo 21, la están pagando amarga y me gustaría decir que se lo merecen, porque muchos analistas les advirtieron de lo que sucedería, pero ya no, creo que ya pagaron suficiente su error.
Pero, en eso de los nombres, los “nazis” fueron culpados por el genocidio más grande de los tiempos modernos y no todo el pueblo alemán quien en su gran mayoría en determinado momento apoyó a Hitler
Quiénes fueron los Nazis? El pueblo alemán casi en su totalidad, esa es la pura verdad pero, después de finalizada la Segunda Guerra, toda la culpa recayó en “los nazis”.
Los nombres sirven para dirigir el foco de atención donde se desee, a veces lejos de la realidad.
Un producto o una idea con un buen nombre pueden lograr maravillas.
Cuando se comprobó lo conveniente de tomar aspirinas para prevenir derrames cerebrales y ataques al corazón alguien -muy inteligente- sacó a la venta una “cardioaspirina”, magnífico nombre que, de paso, sirvió para triplicar el precio del producto.
La cardioaspirina no es otra cosa que aspirina común y corriente, con un nombre genial.
Quizá no todos sepan que la palabra “Ligth” colocada a la par de cualquier producto no quiere decir nada. La traducción literal es “luz” y también “ligero, liviano”, pero eso no significa que el producto tenga menos calorías, propiedades dietéticas ni nada parecido. Pero “ligth” es tan brillante que, aún conociendo lo anterior, la mayoría prefiere las golosinas o alimentos que portan ese segundo nombre.
Hay personas con el talento para crear nombres de productos o servicios, que cobran verdaderas fortunas por su creatividad, son vendedores de ideas muy bien pagados.
Dígame usted, acaso no prefiere un Mega Hot Dog a un simple Hot Dog? Pero si son lo mismo, el pan es el mismo, la salchicha igual, la única diferencia reside en el nombre.
Finalmente están los apellidos, como pizza artesanal, agua de manantial, café con el auténtico aroma catracho, servicio personalizado (de un robot que contesta llamadas) y gasolina con un aditivo secreto que la hace más poderosa. Entre todos esos hay uno que siempre me mereció admiración; una manteca se anunciaba como “no es grasosa” y algunos recordarán a los Dorados, que eran el “cigarrillo deportivo de Honduras” o una columna que alguien publicaba llamada “Hablemos de cerveza, o sea pan líquido”.
El lenguaje comercial está lleno de trampas, trucos y frases ingeniosas destinadas a extraer nuestro dinero.
No es el Día de la Madre, es el MES de la Madre.