Tegucigalpa – Orgulloso de su cultura, Aurelio Martínez Sevilla, representa la fuerza topulan, una etnia hondureña que se niega a morir pese al olvido ancestral que mantiene a unos 20 mil indígenas en condiciones debajo de la línea de la pobreza.
Él tiene claridad en la importancia de la identidad, la historia, las raíces de los pueblos indígenas. Hacia allí enfoca sus esfuerzos, mismo que a su juicio potencian la trasformación necesaria.
Pese a que gran parte de sus tribus se ubican en el central departamento de Francisco Morazán, donde converge el centro de la política y la administración pública, los topulanes se debaten en la precariedad, la lucha por sus tierras y la carencia alimenticia, sanitaria y la inequidad en todas sus formas.
Hace unas semanas Aurelio recibió en Casa Presidencial el premio “Maestro del Año 2014”. Descalzo, con su balandrán verde esperanza y con un lazo dorado amarrado a la cintura, dejaba claramente establecido que su vestuario era de gala para la ocasión.
Los tolupanes generalmente van vestidos de colores tierra, sus atuendos acentúan la expresión de sus rostros aguileños y tristes.
La condecoración otorgada a este joven profesor es un reconocimiento a su destacada labor docente, a su compromiso y a su deseo de preservar la cultura y lengua Tol.
Aurelio nació en la Montaña de la Flor, Orica, Francisco Morazán, el 26 de agosto de 1986, su principal motivación es sacar su pueblo adelante y para lograrlo utiliza como medio la escuela.
La distancia no ha sido impedimento para que este joven tolupan pueda enseñar. De lunes a sábado, Aurelio se levanta a las tres de la mañana, tres horas de camino, a pie, le esperan para llegar al kínder “Edith Marcela Figueroa”, en el caserío de Hierba Buena, aldea de San Juan, donde lo aguardan sus pequeños alumnos.
A raíz de su designación como “maestro del año” un empresario de la central Comayagua regaló a Aurelio una motocicleta para que pueda trasladarse a la escuela.
Debido a la precariedad económica, ser maestro no ha sido un camino fácil para Aurelio, sin embargo con esfuerzo y sacrificio logró ser certificado a través del Programa Hondureño de Educación Comunitaria, Proheco. Poco a poco ha seguido estudiando para obtener su título de maestro. Él sueña con ir a la universidad y hacer carrera.
Aurelio considera que tiene el deber de sacar adelante a su pueblo motivando a los menores a que estudien y que conserven su cultura con orgullo.
En una entrevista con Proceso Digital nos detalla el amor por su pueblo tolupan, su compromiso por sacar adelante su comunidad y su deseo de seguir estudiando.
¿Qué lo motivó a ser maestro?
Mi motivación es la enseñanza, trabajar con niños, compartir experiencias con ellos, es un deber mío transformar a mi gente, darles la motivación para que ellos sigan estudiando.
Mi sueño es graduarme y conseguir una plaza permanente para poder seguir enseñando a los niños.
¿Cuál es su mayor satisfacción como maestro?
Mi mayor satisfacción es compartir con los niños, poder transmitir mis conocimientos y aprender de ellos, aunque están pequeños uno aprende mucho de ellos y como docente comparte los conocimientos, esto me motiva a seguir adelante para mejorar en las diferentes áreas.
¿Qué les enseña a los niños?
Les enseñamos a que tenemos que reconocer que somos pueblos étnicos, a tener identidad, les enseñamos a leer en la lengua materna (Tol), porque los niños no saben leer, ni escribir, entonces nosotros lo que hacemos es facilitarles la lectura y escritura
Lo importantes es conservar y ampliar los conocimientos en la nuestra lengua.
¿Qué es lo que más le gusta enseñar?
Aparte de la lengua materna, me gusta enseñar la historia, porque los alumnos tienen que saber de dónde venimos y hacia dónde vamos, por eso me baso sobre la historia y la parte lingüística.
¿Su compromiso con su comunidad?
Mi compromiso consiste en seguir estudiando para sacar adelante a mi pueblo. Mi empeño es en seguir esforzándome para conseguir oportunidades y seguir enseñando nuestra lengua no sólo a los alumnos sino a los docentes, porque tenemos centros educativos donde los maestros no tienen conocimiento de nuestra lengua.
Más que todo estoy invitado a poder capacitar a esos compañeros para que puedan enseñar la lengua Tol no sólo a los alumnos sino a los padres de familia que estén interesados en aprender a leer y escribir en la lengua materna.
¿Cuáles son las dificultades de su comunidad?
El desarrollo personal y del pueblo no es fácil, se viene luchando con sacrificio más que todo en la parte económica porque no contamos con los recursos y se nos dificulta poder seguir estudiando, pero yo motivo a los pueblos étnicos para que estudien y luchen por sacar adelante sus comunidades.
¿Cómo ve el futuro de la niñez?
Siento que va mejorando, sin embargo tenemos que mejorar más porque necesitamos una transformación verdadera para el pueblo.
¿Qué mensaje le puede dar al sector magisterial?
Nosotros como docentes tenemos que seguir esforzándonos para mejorar la educación de nuestros pueblos y nuestra bella Honduras.
Los maestros deben motivase, la educación es fundamental y Honduras la necesita para tener un mejor desarrollo.