Pekín – La Fiscalía Popular Suprema de China investigará las «sospechas de malas prácticas» y los posibles delitos derivados en el desprendimiento ocurrido en Shenzhen el pasado domingo y que dejó enterradas a decenas de personas.
Según informó hoy el diario oficial China Daily, el ministerio público chino anunció en un comunicado a última hora del sábado la apertura de este caso y dijo que tratará de determinar si se cometieron abusos de poder, negligencias o aprovechamientos de la ley para intereses personales.
Asimismo, la fiscalía señaló que formará un grupo de trabajo específico para averiguar lo sucedido en ese accidente.
Una investigación encargada por el Consejo de Estado (Ejecutivo) resolvió este viernes que el suceso de Shenzhen fue un «accidente de seguridad» y no un desastre geológico, como se pensó en un primer momento.
En este sentido, el trabajo explicó que la tragedia se debió al desprendimiento de una gran montaña de escombros adjunta a un parque industrial de la ciudad.
Según reveló esta semana la revista económica Caixin, esa acumulación de deshechos de la construcción llegó a medir 95 metros.
El alud que se produjo el pasado domingo 20 de diciembre enterró una superficie de 380.000 metros cuadrados, donde había decenas de personas, y afectó a 33 edificios.
El recuento oficial de desaparecidos sitúa en 75 la cifra de personas sin localizar.
