Por más de una década el sistema educativo público de Honduras se mantuvo en zozobra, las huelgas anunciadas y las mal llamadas audiencias informativas permitieron que apenas se entregara la mitad de los días de clases presupuestados.
En diez años sólo se entregaron efectivamente cinco años de clases, condenando a muchas generaciones a arrastrar durante toda su vida estudiantil bajos rendimientos y dificultades en el aprendizaje.
El mundo académico reconoce que entre más tiempo de exposición tienen los estudiantes a los espacios de aprendizaje mayor será su rendimiento académico en sus primeros años y durante toda la vida de formación. Alcanzar un mínimo de días clases por lo tanto se convertía en esa década perdida en la mayor aspiración del sistema educativo y de la sociedad en general.
Los 200 días de clases se usan como referente en tiempo de exposición de los escolares en la mayoría de los países del mundo, unos menos y otros más. Convertir esos 200 días de clases en horas efectivas de clases es otro desafío, valor equivalente a 1000 horas de clases efectivas como mínimo.
Agosto de 2012 es el inicio de una nueva etapa en términos de días y horas efectivas entregadas en el sistema educativo hondureño. A partir de esa fecha y hasta la actualidad no hubo paros, o cierres de las escuelas, sumando a la fecha poco más de dos años de estabilidad. Fue en el año académico 2013 cuando Honduras alcanza por primera vez para algunos y desde hace muchos años para otros los anhelados 200 días de clases.
Para alcanzar los 200 días de clases se requirió reducir y/o eliminar la mayoría de los feriados no oficiales, fiestas locales, celebración del día del colegio magisterial, la semana del estudiante y otros espacios que habían sido ocupados por actividades no académicas. Además se recuperó la media jornada de los sábados.
Los espacios recuperados a favor de los escolares han permitido devolver la enseñanza en valores cívicos, morales y construcción de ciudadanía, el reforzamiento en matemáticas y español como áreas críticas, el desarrollo de las evaluaciones censales y muestrales de estudiantes y docentes entre otras.
El año escolar 2014 se presenta como el más eficiente en la historia del sistema educativo hondureño en términos de días clases entregados. Se proyecta alcanzar los 200 días de clases entregados de lunes a sábado (se calcula cada sábado como medio día) el 01 de noviembre. El segundo momento que también se contabiliza es el cumplimiento de los 200 días de clases sin contabilizar los sábados para el 27 de noviembre, esto para los escépticos.
Si bien, el camino por recorrer en educación y los desafíos pendientes son enormes, celebremos con alegría y entusiasmo, con júbilo y determinación el cumplimiento con creces de este gran objetivo del sistema educativo de Honduras y hagamos el conteo regresivo de los 200 días de clases hasta alcanzar la meta.