Miami, (EEUU) – La entrevista exclusiva que realizó el actor americano Sean Penn con Joaquín “El Chapo” Guzmán, en un lugar secreto de México cuando el líder del Cartel de Sinaloa estaba prófugo, ha provocado una enorme polémica sobre la ética periodística.
El encuentro, a la que acudió también la actriz mexicana de telenovelas Kate del Castillo, duró siete horas y el largo relato de Penn fue publicado este pasado domingo por la revista “RollingStone”.
“El Chapo”, el narcotraficante más poderoso del mundo, fue recapturado la semana pasada en la ciudad de Los Mochis, en el estado mexicano de Sinaloa después de su cinematográfica fuga, mediante un túnel de más de un kilómetro de largo, en julio pasado de una cárcel de alta seguridad en México.
Fue en octubre pasado el encuentro del actor con el narcotraficante más buscado en la faz del mundo, en una cita preparada por la actriz y mientras “El Chapo” era buscado en Sinaloa por las fuerzas de seguridad mexicana.
No es de extrañar que las autoridades mexicanas quieran interrogar a Penn, así como a Del Castillo, por “haber colaborado” en cierta manera en la ocultación del paradero del fugitivo.
En Estados Unidos, los tiros van por otro lado: por la ética periodística.
La revista publicó una “nota aclaratoria” donde advertía que Guzmán concedió la entrevista bajo el entendido que leería primero el texto de Penn y aprobaría la historia, que finalmente fue publicada sin cambio alguno.
En la cadena de televisión CNN, varios periodistas americanos pusieron el grito al cielo por haberle dado a un delincuente el derecho de modificar previamente una historia periodística.
Craig Silvermen, editor del servicio informativo “BuzzFeed”, comentó de una forma sarcástica:” Felicitaciones por obtener que una celebridad entreviste a un conocido traficante de drogas y por dar la aprobación a este última para que la edite”.
He sido periodista y corresponsal extranjero por más de 40 años y el respeto a la ética periodista ha sido siempre una prioridad. Pero si un personaje como “El Chapo” pone como condición a una entrevista leerla antes de su publicación, por supuesto que accedería.
El único que me ha pedido eso, en los años setenta en Londres fue el escritor hispano-peruano Mario Vargas Llosa, aunque luego y años más tarde, el Premio Nobel de Literatura, se olvidara de esa condición en siguientes entrevistas en Washington y Miami.
Los defensores de la ética periodística en Estados Unidos han acentuado también sus críticas en si tanto Penn como Castillo fueron desleales a sus países (Estados Unidos y México) al mantener en secreto el lugar del encuentro y de los detalles del mismo durante varios meses.
Tanto Penn como Castillo viajaron en un avión privado desde Los Ángeles a un aeropuerto no identificado en el artículo, luego en dos avionetas a otra pista y más de ocho horas después en unas camionetas con guardaespaldas de Guzmán hasta “un lugar en la selva mexicana”.
Penn le pidió a Guzmán una entrevista formal de dos días y el entonces fugitivo le pidió que regresara “en ocho días”, lo que no se pudo realizar porque la Marina mexicana que ya estaba peinando la zona estuvo a punto de capturarlo. En el tiroteo, el narcotraficante fue herido en una pierna y se escapó de nuevo.
Las autoridades mexicanas han revelado que la vanidad de “El Chapo”, “que estaba negociando una película autobiográfica con actores y productores de Hollywood”, fue la pista que los llevó, finalmente, a su detención en Los Mochis.
Es seguro que las autoridades mexicanas se referían al encuentro con Penn y Castillo, donde sí se discutió la película y la presunta posibilidad que el primero fuera el actor protagonista y ella, la productora.
Penn, muy amigo de Hugo Chávez y Evo Morales, ha sido criticado por hablar más de él mismo en su largo y tedioso artículo que de “El Chapo”.
Tal vez lo más revelador es una confesión auto inculpatoria donde Guzmán reconoce que es el mayor traficante del mundo:
“Puedo proporcionar más heroína, cocaína y mariguana que nadie en el mundo. Y tengo, además, submarinos, aviones, barcos y camiones para suministrarlos”.