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La desnutrición y el sobrepeso se extienden por las islas del Pacífico, dice la FAO

Roma – Problemas tan distintos como la desnutrición y el sobrepeso afectan a las poblaciones de las islas del Pacífico, que cada vez más dependen de las importaciones de alimentos, subrayó hoy el nutricionista de la FAO Dirk Schulz.

Dispersos en la inmensidad del océano y separados por miles de kilómetros de distancia, esos pequeños Estados insulares han cambiado sus hábitos alimentarios pasando de consumir productos locales a preferir los procesados en el extranjero.

Schulz, que ha trabajado durante dos décadas en la zona para la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), explicó en una charla en Roma que fenómenos como la globalización y la urbanización han influido enormemente en la alimentación de esas poblaciones.

En la mayoría de esas islas la prevalencia del sobrepeso alcanza niveles del 50 al 80 % de la población, mucho mayores a los de países vecinos de Asia y Oceanía, mientras que la obesidad la sufren entre el 20 y el 60 % de las personas.

Esos tipos de malnutrición se suman a la desnutrición que todavía padecen algunos segmentos de la población local como en Papúa Nueva Guinea, donde se estima que el 44 % de la población más pobre no ingiere los suficientes nutrientes.

En las islas Salomón, por ejemplo, Schulz remarcó que en las últimas décadas ha aumentado mucho el consumo de proteínas y energía, si bien los niveles son bajos entre los menores de cinco años, un tercio de los cuales tiene problemas de crecimiento.

«En muchas zonas rurales la dieta sigue basándose en cultivos de raíces (como la yuca) y los niños no toman las necesarias proteínas animales, mientras que en los pueblos y ciudades sucede lo contrario», detalló.

También ha crecido la incidencia de problemas como la anemia, la tensión arterial alta y las enfermedades no transmisibles como los ataques cardiacos o la diabetes, que ya son responsables de hasta el 70 % de las muertes.

El especialista vinculó esto último con los cambios en la dieta de las islas del Pacífico, ya que antes era común tomar alimentos locales como el coco, el pescado o las verduras, mientras que ahora los mercados se ven inundados de productos importados (muchos de ellos procesados y enlatados) con alto contenido en azúcar, sal y grasas saturadas.

«El arroz y la harina han sustituido a las raíces como principales fuentes de energía», sostuvo Schulz, que agregó que la disponibilidad de cultivos tradicionales está cayendo, en parte por la dificultad de prepararlos, almacenarlos y transportarlos.

Además, señaló que a los productores les sale más rentable exportar materias primas como el café, el azúcar y los plátanos a países como Australia, donde se venden más caros.

Y mientras tanto, los turistas que viajan al Pacífico también fomentan la dependencia optando por los alimentos importados, lo que desincentiva igualmente la producción local y crea problemas de abastecimiento, apuntó.

Según la FAO, el descenso de la competitividad de los agricultores y pescadores de esas islas ha reducido su capacidad para vender en los mercados nacional y extranjeros a precios competitivos, por lo que muchos se han marchado a las ciudades en busca de mejores oportunidades.

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