Tegucigalpa (Especial Proceso Digital) – El 10 de junio de 2021 Dora María Téllez, la comandante 2, escribía uno de los últimos mensajes en su cuenta de Twitter, lo hacía para denunciar cómo los jueces nicaragüenses a los que catalogaba de verdaderos sicarios, tenían todo el formato preelaborado y listo solo para agregar el nombre del próximo preso político que sería encausado y condenado.
Quizá entonces la comandante Téllez ya presentía la proximidad de su captura. El breve mensaje lo completaba exigiendo libertad para los presos políticos, reafirmando así, en las horas aciagas, su profunda convicción y valentía cuando de las libertades en su Nicaragua eran conculcadas hasta el hartazgo.
Apenas 72 horas más tarde, el 13 de junio de 2021, hace 9 meses, Dora María Téllez fue detenida por las fuerzas policiales del gobierno de Daniel Ortega. Y recientemente a inicios de febrero de este 2022, ya condenada a ocho años de cárcel por el delito de “conspiración”.
“Operación Chanchera”
La icónica guerrillera del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), participó en la tantas veces suspendida “Operación Chanchera” (toma del Palacio Nacional, sede de la Asamblea Legislativa en 1978), aprobada por la dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional FSLN), mediante la que se liberaron más de medio centenar de presos políticos.
Aquella operación con Edén Pastora, de 42 años, formado en la educación media por jesuitas y luego pasante de medicina en México, e ideólogo de la operación acariciada por varios años, fue puesto como la cabeza en la misión para la cual se le bautizó como comandante Cero.
El comandante Cero era acompañado por Hugo Torres Jiménez, un guerrillero probado, con una extraordinaria formación política y militar, para entonces de 30 años. Hugo lo acompañó bautizado como comandante Uno y el comando de dirección lo completó la joven guerrillera con apenas 22 años, Dora María Téllez quien asumió su liderazgo como la comandante Dos.
En su crónica periodística sobre lo acontecido en esa audaz operación, Gabriel García Márquez describía a Dora María Téllez como “El número “Dos”, única mujer del comando es Dora María Téllez, de veintidós años, una muchacha muy bella, tímida y absorta, con una inteligencia y un buen juicio que le hubieran servido para cualquier cosa grande en la vida. También ella estudió tres años de medicina en León. “Pero desistí por frustración” dice, “Era muy triste curar niños desnutridos con tanto trabajo, para que tres meses después volvieran al hospital en peor estado de desnutrición”. Procede del frente guerrillero del Norte “Carlos Fonseca Amador”. Desde enero de 1976 vivía en la clandestinidad”.
Durante la toma del Palacio Nacional ella fue directamente quien condujo las conversaciones con Somoza para lograr el intercambio de los diputados por más de 60 presos políticos.
A esa misma comandante Dora María Téllez, es a la que en 2005 Estados Unidos negaría la posibilidad de ir a la Universidad de Harvard como profesora visitante calificándola de “terrorista”.
La comandante Téllez ahora tiene 66 años y una de las últimas e icónicas figuras que sobreviven al encierro durante el largo gobierno de su excompañero de lucha revolucionaria Daniel Ortega tras ser reelecto en noviembre de 2021 con una mayoría abrumadora superior al 75% tras haber neutralizado con cárcel, juicios y hasta con exilio a sus opositores políticos.
Tanto Hugo Torres, quien murió en prisión, tras denuncias de graves violaciones a sus derechos, como Dora María Téllez, fueron puestos prisioneros cuando ambos formaban parte de la oposición al régimen de Ortega. Ambos fueron figuras relevantes de aquella columna de 25 guerrilleros que se tomaron el Palacio Nacional en una acción catalogada como un punto de inflexión para el debilitamiento y posterior caída de Anastasio Somoza Debayle.
Torres de 73 años, con grado de general y excomandante del FSLN, no llegó a ser enjuiciado como sí ocurrió con Dora María Téllez.
De los inicios a nuestros días…
La comandante Téllez inició su participación en la lucha revolucionaria nicaragüense a los 17 años; con Daniel Ortega coincidieron en un campamento guerrillero en la zona fronteriza con Honduras en 1977 cuando se enfrentaron contra la somocista Guardia Nacional.
Sus luchas la llevaron a permanecer en México, luego trasladarse a Cuba (1976 donde recibió entrenamiento militar), siempre en primera línea de las luchas. Un mes previo a la entrada del Frente a Managua, ella condujo las fuerzas revolucionarias que se hicieron de León.
En los primeros años (en la década de los 80´s) de la asunción de Ortega al poder ella fue parte de estos estamentos, se desempeñó como titular de la cartera de Salud, parlamentaria, también fue la segunda del Consejo de Estado, todo ello siempre enmarcada en sus visiones feministas, de activista y estudiosa de la historia y de la realidad nacional.
En el nuevo milenio, la dinámica sandinista fue minada por conflictos de interés y los ligues de sectores políticos, empresariales y religiosos con los que una parte de los antiguos luchadores, especialmente Ortega quien inició una ola de represión contra sus antiguos compañeros en el FSLN.
Es en 1995 cuando como respuesta surge el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), del que Téllez formó parte activa y en el que también coincidió con el político y escritor Sergio Ramírez quien fue vicepresidente en el primer mandato de Ortega.
Pero las urnas les mezquinan los votos a Sergio Ramírez y Ortega se alzó de nuevo con el triunfo en 2007, para 2008 prácticamente desterró el MRS y la comandante Dos, protestó con una huelga de hambre.
Así las diferencias entre los líderes revolucionarios fueron cada vez más marcadas dentro del frente que había colocado a Ortega en el lugar de máximo privilegio. Téllez, en sus diversas comparecencias y escritos, describió esa realidad política y social como el proceso de la involución de los logros obtenidos por los sandinistas para ejercer el poder en favor de una familia (Ortega y Murillo).
El estallido…
Un punto agudo se registró con el estallido social de 2018. Las calles se llenaron de inconformes: amas de casa, obreros, especialmente estudiantes, periodistas, líderes sociales y diversos sectores sociales.
La respuesta: una represión sin límites y a las innumerables muertes y vejaciones a los derechos humanos se sumaron cientos de presos políticos y exiliados. La ola desde entonces no para y el régimen de Ortega sigue mostrando su rostro autoritario e impávido.
Proceso exprés
Así, Dora María Téllez, figura icónica de la liberación nicaragüense, tras un juicio sin las mínimas garantías, fue condenada a ocho años de cárcel. Los delitos “menoscabo de la integridad nacional” y “conspiración”.
Los fiscales de Daniel Ortega y Rosario Murillo pidieron 15 años, más la inhabilitación para ejercer cargos públicos.
Todo el proceso en un juicio exprés (“rapidito) en el que otro medio centenar de opositores también estaban en fila para someterse a la justicia orteguista.
El proceso contra Dora María Téllez se realizó en la misma cárcel donde está recluida y según defensores humanitarios, sometida a torturas. Con todas las fallas de fondo y aberraciones técnicas y procedimentales, Dora María Téllez como cientos de nicaragüenses disidentes siguen pagando con la vida, el destierro y la cárcel, su osadía de oponerse a los Ortega-Murillo. (PD)