San Salvador – La cifra de fallecidos a causa del coronavirus SARS-CoV-2 en El Salvador aumentó a 520 con el reporte de siete decesos más el jueves, según datos compartidos hoy por el Ministerio de Salud.
De acuerdo con la información publicada, 19,544 personas se han contagiado con COVID-19, de las que 514 se encuentran en estado crítico y 1,178 en condición grave. Además, se reportan 20,751 casos sospechosos y 9,379 personas han sido dadas de alta.
La capital, San Salvador, sigue siendo el epicentro de la COVID-19 en El Salvador con 2,490 casos confirmados, lo que representa el 12.7 % del total de contagios.
El Salvador, pese a la escalada de casos registrada desde junio, no posee una normativa que prohíba la salida de los ciudadanos a raíz de los conflictos constantes entre el Gobierno del presidente Nayib Bukele y la Asamblea Legislativa.
El único reglamento que rige la actividad económica del país centroamericano es un plan de desescalada que mantiene restringido el servicio de transporte público y cerrados los restaurantes, al igual que los sitios turísticos, de actividades culturales, deportivas y recreativas.
El Parlamento salvadoreño sigue sin votar por una propuesta del Gobierno de instaurar un estado de excepción por 15 días para tratar de frenar los contagios.
Según el economista Ricardo Castaneda, El Salvador puede tener el peor impacto en su crecimiento económico de la región centroamericana debido a la pandemia, con una pérdida de al menos un 10 % del producto interno bruto (PIB), lo que hace que los pronósticos sean «muy poco halagüeños».
De acuerdo con las diversas estimaciones de organismos internacionales, «ahora podemos asegurar que estamos frente a una de las peores crisis económica de El Salvador», dijo recientemente a Efe Castaneda, coordinador para El Salvador del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi).
Lo anterior se agudiza por la falta de acuerdos entre órganos del Estado, especialmente entre el Ejecutivo y el Legislativo, y por la falta de un plan integral para enfrentar la pandemia que combine lo sanitario y la economía.
