Miami, (EEUU) – La caravana de cerca de 7,000 migrantes centroamericanos, en su mayoría hondureños, que se dirige hacia Estados Unidos, está siendo usada ya en Washington con fines políticos.
El presidente Donald Trump insiste en echar la culpa a los demócratas de esta caravana por, según él, las débiles leyes inmigratorias dejadas por sus gobiernos”. Cosa que no es cierto.
En todos sus mítines electorales, previos a las decisivas elecciones parciales del congreso el 6 de noviembre, Trump trata de meter miedo a su fiel electorado del peligro, según el presidente, de esta caravana, donde vienen “también terroristas de Oriente Medio”.
En pocas palabras, Trump quiere aprovechar esta caravana, a la que ha llamado “una emergencia nacional” para propiciar una victoria republicana en las elecciones, cuando los sondeos indican que podrían perder la mayoría en la Cámara de Representes.
Los periodistas y fotógrafos que acompañan a la caravana en el paso de Guatemala a México aseguran que es falso que vengan también agentes de Oriente Medio, infiltrado entre los migrantes.
Trump ya ha advertido si los integrantes de la caravana llegan a la frontera con México, podía cerrarla y enviar al ejército para impedir que entren a territorio norteamericano.
En la Casa Blanca ya existe un grupo de emergencia para seguir la trayectoria de la caravana y reforzar las presiones sobre el gobierno mexicano para que impida que atraviese todo su territorio.
En la Casa Blanca están nerviosos de que si entre dos o tres semanas, se presentan en la frontera miles de migrantes, con mujeres y niños en primera fila. Y el ejército o la guardia fronteriza tengan que intervenir a la fuerza.
Esa fotografía, al día siguiente en las portadas de los periódicos podría tener un impacto y repercusiones insospechadas.
Pero Trump podría pensar que eso le ayudaría, políticamente ante las próximas elecciones, para demostrar su “mano dura”, ante la inmigración.
Y es posible que no se equivoque. Esa “mano dura” es apoyada por sus fieles seguidores de la clase trabajadora blanca evangélica.
Y le importa un comino lo que puedan publicar los diarios “The Washington Post” o el “The New York Times”, a los que califica de “prensa liberal de noticias falsas” (“fake news”).
Guatemala, Honduras and El Salvador were not able to do the job of stopping people from leaving their country and coming illegally to the U.S. We will now begin cutting off, or substantially reducing, the massive foreign aid routinely given to them.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 22 de octubre de 2018
Trump ha anunciado que va a suspender o reducir la ayuda norteamericana a Guatemala, El Salvador y Honduras, en represalia, por haber permitido la caravana.
En un editorial,“The Washington Post” criticó esa medida , argumentando que no ayudara en nada a impedir la migración hacia Estados Unidos y que, al contrario va a aumenta la pobreza en esos países.
La caravana se encuentra actualmente en Ciudad Hidalgo, en el sureste de México y le quedan aún por llegar a la frontera con Estados Unidos, unos 1,800 kilómetros.
La trayectoria de la caravana sigue ocupando las portadas de la prensa norteamericana. “Drudge Report”, el sitio de internet, con 30 millones de visitas diarias, lleva abriendo su portada con el tema de la caravana durante los últimos tres días, aunque de forma alarmante.