Seúl – El mandatario norcoreano, Kim Jong-un, saludó al jefe de la delegación surcoreana, Woo Won-shik, este miércoles antes de que comenzara un desfile militar en Pekín, en un gesto que se produce tras las duras críticas de Pionyang a su vecino y pese que el año pasado se refiriera al Sur como un «Estado hostil».
El jefe de la delegación del Sur «intercambió un saludo» con Kim antes de la ceremonia en la plaza de Tiananmen, según un comunicado de la oficina de Woo, presidente del Parlamento surcoreano.
Woo dijo a Kim, según los asistentes que lo acompañaron al evento: «Han pasado siete años desde la última vez que te vi (desde 2018)», a lo que Kim respondió «sí», sin extenderse más.
El intercambio se produce tras las persistentes críticas de Pionyang al Sur, rechazando la desnuclearización de la península y la unificación, pese a los diversos gestos de conciliación de la Administración surcoreana de Lee Jae-myung, que apenas tomó posesión en junio.
Un funcionario de la Oficina del Presidente de la Asamblea Nacional afirmó que «inicialmente esperábamos que el encuentro fuera difícil, pero el hecho de que ocurriera es significativo en sí mismo».
Las relaciones intercoreanas se han deteriorado en los últimos años. Corea del Norte cortó los canales de comunicación intercoreanos, incluido el canal de Panmunjom y las líneas de comunicación militar, en abril de 2023, durante el gobierno de Yoon Seok-yeol, e incluso calificó a las dos Coreas de «dos estados hostiles».
Asimismo, Woo sostuvo un encuentro con el presidente ruso, Vladímir Putin. El líder ruso mostró «un especial interés por las relaciones intercoreanas y la situación en la península» y preguntó a Woo qué mensaje debería transmitir a Kim en un posible encuentro.
El funcionario surcoreano respondió que le gustaría que Putin transmitiera al líder norcoreano su deseo de que «las dos Coreas puedan abrir una era de paz y prosperidad y que afianzar la paz en la península es hoy de vital importancia, pese a las difíciles circunstancias». EFE
(vc)