Julio César atribuyó a un «cortocircuito» la jugada que terminó con un choque suyo con Felipe Melo, en el intento de cortar un centro desde la banda derecha, y trajo el gol en meta propia marcado por el centrocampista, que originó el 1-1.
«Yo fallé. Dudé en la salida y el balón pegó en la cabeza de Felipe Melo», dijo a los periodistas al término del partido disputado en el estadio Nelson Mandela, de Puero Elizabeth.
Sobre la victoria de remontada alcanzada por Holanda, que la convirtió en el primer semifinalista de la decimonovena edición del Mundial, Julio César fue lacónico: «En el segundo tiempo ellos merecieron dar la vuelta al resultado».