Tegucigalpa – La cita en la Sala II del Tribunal de Sentencia en el caso de empresas fantasmas en el megafraude cometido al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) para continuar con el juicio oral y público en contra de los imputados de Mario Zelaya, José Ramón Bertetty, Jhon Charles Bográn, las hermanas Michelle Alejandra y Sussette Atuan Flores Rojas, pareciera no ser un encuentro con la justicia.
– Mario Zelaya es el más risueño de todos los acusados durante la celebración de uno de los juicios.
Antes de que iniciara el juicio, solo estaban los imputados hombres riéndose, sobre todo el exdirector del Seguro Social, Mario Zelaya, que se le notaba sereno y tranquilo, mientras que Bográn y Bertetty estaban hablando y planeando estrategias con sus apoderados legales, mientras las acusadas no habían hecho acto de presencia.
La jueza dio inicio a la continuación del juicio a las 9 de la mañana sin la presencia de las imputadas femeninas que llegaron tarde a la Sala II.
Durante el juicio, los imputados tenían distintas reacciones; Zelaya estaba interactuando con los apoderados legales, Bográn mantenía la mirada fija, atento, de manera pensativo y a la expectativa de lo que mencionaba el perito y Bertetty tenía un aspecto de indiferencia, se ponía escribir y revisar los apuntes en una libreta.
Alrededor de las 9:15 de la mañana se da el primer intercambio de plática entre los acusados.
Aproximadamente a las 10 de la mañana, aparecieron en la Sala II las imputadas Vivian Melissa Juárez Fiallos y las hermanas Michelle Alejandra y Sussette Atuan.
A minutos de aparecer en la Sala, Vivian Juárez hace su primera interacción con Mario Zelaya.
Durante el desarrollo del juicio se da el cruce de comentarios entre Zelaya y Michelle Alejandra, mientras que su hermana solo interactúa con su apoderado legal.
En todo el juicio, Bertetty no interactuó con las hermanas Rojas Flores, mientras que Sussette fue la única en no cruzar palabra con Bográn.
A las 12:00 pm, la madre de Michelle y Sussette, Suyapa Regina Flores Rojas, dio declaraciones en la sala señalando que su hija Michelle Alejandra fue manipulada por José Zelaya durante el noviazgo y matrimonio, haciendo que ella (Michelle), dejará la universidad, no consiguiera trabajo, siendo simplemente un ama de casa.
Además, agregó que el prófugo Zelaya contactó a Michelle mediante una tercera persona diciéndole que la extrañaba y que se fuera a vivir con él; hecho que lamentó la madre.
A medida que hablaba la madre de las hermanas Rojas, Sussette se miraba más conmovida y conmocionada que su hermana por los comentarios de la mama.
Los jueces de sentencia decidieron que se tomara un receso para almorzar y convocó la reanudación a las 3:30 pm pero que se retrasó hasta las 5 de la tarde.
En la reanudación, Michelle Alejandra Rojas detalló la historia de su relación con José Zelaya relatando que se casaron, teniendo tres hijos, y que se arrepienta de haberse casado con él.
Cuando la parte acusadora le interrogó si conocía a una señora de nombre Cinthya Velásquez, ella contestó que eran compañeras en la universidad y que solo tenían relación de estudio.
Apuntó que de vez en cuando se hablaban durante un tiempo hasta que un día Velásquez le contactó en 2012 para que su esposo le ayudara a conseguir trabajo en el Seguro Social, ya que quería renunciar a su antiguo empleo.
Añadió que le comento a su esposo sobre la llamada y este le respondió que Velásquez se contactara con él, y Rojas le comunicó a ella lo que mencionó Zelaya.
Rojas desconoció reiterada veces cual fue el acuerdo entre su esposo y Velásquez.
Cuando Rojas daba declaraciones, sus manos estaban agarradas fuertemente en la silla, su voz era levemente alterada, sus pies estaban cruzados y de vez en cuando le temblaban.
Michelle Rojas reconoció que firmó unos cheques de pago a los empleados que estaban a nombre de Cinthya Velásquez y que le preguntó a Zelaya porque tenía que hacerlo y que este le contestó que no tiene que estar preguntando.
Ella negó las declaraciones de Velásquez que llevaba a sus hijos al parque y que fuera a los Estados Unidos a decorar una casa.
La acusada aclaro que su esposo le comentó que estaba construyendo una casa en las Lomas del Guijarro Sur y que solo fue una vez a ver el terreno.
Con una voz que reflejaba dolor, relató cómo se dio cuenta que José Zelaya le era infiel con Ilsa Vanessa Molina cuando le comentó que tenía que viajar a China por negocios.
“Esa persona me dijo que mi esposo me era infiel y que vivía con una mujer desde hace tres años, o sea desde que comenzó a trabajar en el Seguro Social (2010)”, expuso con voz alterada.
Michelle Rojas reveló que Zelaya se paseaba con Ilsa Vanessa Molina por Dubái, China, Rusia, Londres y que tenían una residencia en Tepeyac.
La acusada con voz firme y de enojo informó que se fue a vivir con Zelaya a Nicaragua y que este le hacía comprar ropa a Ilsa Vanessa Molina en los Estados Unidos, sin que ella se diera cuenta.
“Ahora que la veo en el PNFAM (Molina), con la ropa que llevaba puesta me doy cuenta que era la ropa que me hacía comprar”, declaro.
Por su parte, Sussette Atuan comenzó relatando que su primer esposo era amigo del prófugo José Alberto Zelaya y que juntos fundaron una sociedad anónima llamada Paint center.
Con voz firme durante toda su declaración, dijo que su esposo le prestó un millón 600 mil lempiras a Zelaya para el negocio de Paint Center.
Con el avance en su declaración, la voz torno de firme a alterada y triste al señalar que su primer esposo murió trágicamente y que ella entró en una depresión.
Relató que su esposo antes de morir le dejo el documento donde sale el préstamo y que mediante la herencia tuvo un plazo fijo en un banco cuyos intereses le redituaban 13 mil lempiras mensuales.
Sussette con tono firme, segura y de forma cortante le contestó a la parte acusadora que Zelaya le pago la deuda un millón 300 mil lempiras en otra cuenta.
Los jueces de sentencia llamaron a las partes, los acusados se pusieron a conversar entre ellos, siendo Zelaya con la actitud más fresca, sereno, tranquilo, muy elocuente intercambio palabras con Juárez Fiallos.
Los jueces decidieron reanudar el juicio en su etapa de conclusiones el próximo sábado a las 10 de la mañana.
Cuando terminó la jornada, Mario Zelaya empezó a saludar a todos los presentes, Sussette Atuan abrazó a su madre y a una amiga de la familia, mientras que Michelle pidió que estuviera presente el sábado.