Londres – El primer ministro británico, Boris Johnson, se disculpó públicamente este jueves por no haber facilitado una serie de mensajes por «whatsapp» al supervisor de estándares éticos que investigaba la financiación de la reforma de su apartamento oficial.
En una carta al supervisor de buenas prácticas ministeriales, Christopher Geidt, el primer ministro alegó «cuestiones de seguridad» para no haber revelado los mensajes que se escribió con un donante «tory» que costeó las obras en su domicilio oficial de Downing Street.
Lord Geidt criticó a Johnson por haber actuado «imprudentemente» al no compartir esos mensajes y consideró que no había mostrado el «suficiente» respeto por su trabajo, pero al mismo tiempo dejó claro que considera involuntaria la omisión del jefe de Gobierno.
Johnson alegó que «no recordaba» los mensajes que había intercambiado con el donante, David Brownlow, que contribuyó con 58,000 libras (69,000 euros) entregados al Partido Conservador.
También dijo que no había tenido acceso a su móvil por «motivos de seguridad», que tendrían que ver con la difusión por internet de su número de teléfono personal.
Pese a ello, el supervisor señaló que ello no habría alterado el veredicto de su investigación, que concluyó que Johnson no había violado el código de conducta ministerial en la reforma del apartamento.
En su intercambio de mensajes con Brownlow, el primer ministro pidió al donante que contactase directamente con la diseñadora de interior que se ocupó de la reforma.
Según se quejaba Johnson en esos mensajes, su piso en Downing Street era «un poco un basurero», unas palabras que han sido muy criticadas por la oposición laborista.
Además, también alude al interés de Brownlow por una «Gran Exposición» sobre la que el Gobierno estaría reflexionando, y que también ha sido denunciado por los laboristas como una supuesta compensación por la donación. (ag)
