Según confirmó a Efe el portavoz de la Policía israelí, Miki Rosenfeld, durante toda la jornada los turistas no han podido acceder al complejo, situado en la vieja ciudadela amurallada y que acoge los santuarios musulmanes de Al Aksa y la Cúpula de la Roca.
«Mañana se evaluará la situación de seguridad y se tomará una decisión en consecuencia sobre el acceso», señaló.
Los fieles musulmanes han podido entrar sin problemas al lugar, tercero más sagrado para el islam tras la Meca y Medina.
La medida de protección tiene lugar después de que un grupo de ultraderecha israelí difundiese en los últimos días mensajes que llamaban a entrar a la explanada para «purificar el Monte del Templo de los enemigos de Israel».
Monte del Templo es el nombre con que los judíos se refieren a la plataforma, que veneran por ser el lugar donde se alzaban los bíblicos templos de Jerusalén.
Los panfletos anunciaban que «miembros del (partido derechista) Likud junto con cientos de sus miembros, encabezados por Moshe Feiglin, están invitados a llegar al Monte del Templo y rezar a Dios» para demostrar que un liderazgo político «sano» comienza con «un total control sobre el Monte del Templo», informó el servicio de noticias Ynet.
«Purifiquemos este lugar de los enemigos de Israel, que roban tierras, y construyamos el Templo en las ruinas de las mezquitas. ¡No tenemos que estar asustados!», leía la nota
Feiglin, líder del ala extremista del partido y que negó cualquier relación con los provocativos mensajes, llegó esta mañana a la explanada acompañado de varios seguidores, pero la Policía le impidió entrar.