Tegucigalpa – La internacional del crimen tiene definido como su objetivo a Honduras, nación a la cual quiere convertir en una base de operaciones para sus actividades ilegales en varias facetas, desde el tráfico de drogas y personas, pasando también al contrabando de armas, centro de entrenamiento, así como la extorsión y sicariato.
– Cárteles dedicados al tráfico de drogas, personas, armas, precursores químicos y de dinero han hecho del país un centro de operaciones.
– Igualmente cada vez se observa a extranjeros en la comisión de delitos o víctimas de sicarios por la sangrienta lucha de poder o territorios que libran.
Los carteles criminales transnacionales, además de grupos regionales y sus contactos locales han mantenido operaciones en Honduras desde hace años, pero al parecer han optado por profundizar las mismas en el país y de ser posible transformarlo en una sede regional para Centroamérica.
Las bandas han encontrado un terreno fértil para dichas operaciones debido a que el país ha pasado cerca de una década sin estructuras policiales solidas centradas en el combate al crimen.
Ante esta situación, el actual gobierno busca desesperadamente crear estructuras policiales y de inteligencia, con apoyo militar, que le permita contener el avance del crimen y en una segunda fase poder combatirlas eficazmente, reduciendo sus espacios de operación en Honduras.
Salvadoreños a la cabeza
Las agencias policiales hondureñas han capturado a casi una decena de mareros salvadoreños cuyo destino era infiltrarse en suelo nacional para tomar el control de las pandillas hondureñas, las temidas 18 y 13.
En Tegucigalpa fueron detenidos un grupo de mareros encargados de adiestrar a sus colegas hondureños en sus sistemas de lenguaje especial, mientras en Ocotepeque se detuvieron a otros cuya meta era coordinar las clicas o grupos especiales que operan en los 24 centros penales.
Simultáneamente la prensa salvadoreña informó de la existencia de un plan de los grupos criminales salvadoreños de enviar a 13 de sus delincuentes más adiestrados para que vinieran a estructurar a sus similares de Honduras.
Dicho gripo estaría al servicio de un poderoso barón de la delincuencia organizada de Honduras.
Trasiego de dinero
En la mente del colectivo hondureño todavía está presente la salida por el mero aeropuerto de Toncontín de un grupo con más de siete millones de dólares, los cuales fueron incautados en Panamá. Días después fueron detenidos en San Pedro Sula una persona con otra suma grande de dinero cuyo destino también era el país canalero.
Hace unos días fueron decomisados en la entrada a Tegucigalpa dos personas que procedían del norte y que en total transportaban 1.4 millones de dólares.
Asimismo, en Puerto Cortés las fuerzas antidrogas hondureñas han incautado varios contenedores con supuestos precursores de droga que procedían de Colombia, Alemania y Asia.
Tráfico de personas y pornografía
Permanente las autoridades de Migración detienen a grupos de personas que son trasladadas con destino a Guatemala, para después intentar llegar a México y finalmente Estados Unidos, la meta final.
Este grupo es encabezado por los cubanos, seguidos por chinos, originarios de la India y otras naciones de Asia.
También los diversos grupos de tareas policiales desmantelaron un grupo criminal que se dedicaba a secuestrar menores para utilizarlas en la pornografía infantil, que al igual que las drogas, tienen a Estados Unidos como su principal mercado.
El estadounidense Christopher Glenn estaba al frente de esta organización y fue capturado en Estados Unidos por agentes norteamericanos y luego se hizo lo mismo en Honduras, especialmente en Comayagua.
Trasiego de armas
A mediados de marzo la policía detuvo a siete extranjeros, cinco colombianos y un nicaragüense y jamaiquino respectivamente, con tres escopetas, tres fusiles de asalto AK-47, radiocomunicadores y sistemas de geolocalización (GPS).
Incluso en las propias aduanas en instalaciones portuarias se ha detectado el intento de introducir armas al país por las bandas criminales.
En las últimas horas, las autoridades decomisaron un potente arsenal capaz de derribar edificios o aeronaves, expresaron fuentes policiales.
La operación que tuvo lugar en una zona de la capital hondureña y fueron decomisados diversos artefactos de uso prohibido como granadas, explosivos de alto poder, cargadores para ametralladora, recipientes con pólvora y otros enseres.
