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Interés por nuevas fuerzas políticas relegan en el Congreso el plebiscito y el referendo

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Tegucigalpa. “Mataron al tigre y tuvieron miedo al cuero”. Así resumió el diputado udeísta, Sergio Castellanos, la no aprobación del reglamento que daría vigencia a la reforma del artículo 5 constitucional que contempla las figuras del plebiscito, el referendo y la Iniciativa Ciudadana, el cual fue desplazado de la agenda legislativa por el interés político que han despertado las nuevas fuerzas político-partidarias en formación que aspiran disputar la silla presidencial en los comicios generales de noviembre de 2013, cuando se elija un nuevo mandatario, designados presidenciales, diputados y gobiernos locales.
 

El tiempo se está agotando y los legisladores, entretenidos entre la aprobación de tasas que luego son anuladas y el tema de la crisis en materia de seguridad y la policía, no han podido aterrizar en los mecanismos que permitan ejercer estas nuevas figuras y si bien hablan de reformas a la ley electoral, son conscientes que para garantizar una democracia más participativa, por medio de estas figuras, “se requiere mayor tiempo de discusión”.

“Se generó aquel revuelo por la aprobación de las reformas al artículo 5, incluso, por ser una reforma constitucional se hizo hace más de un año, pero ese artículo 5 no funciona si no se elabora un reglamento. En ese sentido estamos a la espera de que la comisión del Congreso nos presente el reglamento, creemos que el plebiscito va a ser la oportunidad para que el pueblo hondureño pueda manifestarse a favor o en contra de cualquier proyecto de ley, sobre el cual se le consulte y el referéndum es para que el pueblo pueda refrendar o rechazar cualquier proyecto de ley que haya sido aprobado dentro del Congreso y que sienta está en contra de sus intereses”, dijo Castellanos en declaraciones a Proceso Digital.

Vaticinan leves reformas electorales

En esos mismos términos se expresaron los diputados consultados por Proceso Digital en torno a la viabilidad o no de estas nuevas figuras de consulta de cara a los comicios generales del próximo año, así como a la incursión de nuevas fuerzas en el sistema político de partidos.

En el caso de la nueva ley electoral que no entró a debatirse en la cámara, Castellanos dijo que “no van a ver profundas reformas a la ley electoral porque estamos a quemarropa, contra el tiempo y porque existe temor en algunos sectores que ello ponga en entredicho el actual proceso eleccionario y será el próximo gobierno el que se encargue de echar a andar estas figuras del plebiscito y el referendo para poder avanzar hacia una democracia más participativa”.

Para el diputado pinuista, Toribio Aguilera, la nueva ley electoral no se ha aprobado porque si bien se presentó una interesante propuesta por parte del Tribunal Supremo Electoral, el tiempo no les alcanza y se ha llegado al consenso de impulsar reformas orientadas a dar mayor participación a la mujer en el 50 por ciento de participación política que piden, entre otras acciones que están siendo estudiadas por los legisladores.

Aguilera, quien obvió referirse al por qué de la no aprobación del reglamento del artículo 5 constitucional, es del criterio que si bien estos mecanismos son importantes para una democracia participativa, ésta pasa también por la representación de los partidos políticos en el tribunal electoral y la transparencia con que se manejen las mesas electorales.

Germán Leitzelar, otro de los parlamentarios pinuistas, es del criterio que las reformas electorales que se efectúen deben ser antes del mes de marzo y en lo que se ha avanzado es en el tema de la participación femenina.

Para el diputado liberal, Erick Rodríguez, más que reformas o una nueva ley electoral lo que se necesita es transparentar los procesos electorales que pasa por “tener representantes en los tribunales locales a nivel de las mesas electorales”.

En cuanto al plebiscito y el referendo, dijo que una forma de practicarlo, aunque no esté reglamentado, es incentivando la participación ciudadana en las elecciones internas de las corrientes políticas de los partidos que se someterán a las primarias, las cuales deben ser abiertas y sin cortapisas de participación.

Nuevas fuerzas :¿oxigenantes o contaminantes de la democracia?

De acuerdo a los diputados consultados por Proceso Digital, aunque la figura del plebiscito, el referendo o la Iniciativa Ciudadana no entren en vigencia, el panorama político electoral hondureño entra reforzado con la participación de nuevas fuerzas políticas como el partido Libertad y refundación (Libre), el FAPER, el Partido Anticorrupción y la Alianza Patriótica.

“Es bueno que entren nuevas formas de pensamiento, otro tipo de oposición, más que un radicalismo que pueda expresarse en las calles u otro tipo situaciones extrañas. Lo mejor es que entren a una contienda política y ello va oxigenar el sistema político en la medida que se les garantice una participación en igualdad de condiciones”, considera el diputado de la Unificación Democrática, Edwin Pavón.

A lo que su compañero de cámara, Sergio Castellanos, agrega: ahora van a participar dos fuerzas de izquierda (FAPER y Libre) y dos fuerzas de derecha (Partido Anticorrupción y Alianza Patriótica).

“Tal y como está planteado, las personas que las van a conformar son gente que no han sentido que los partidos actuales han llenado sus expectativas, sobre todos los tradicionales, por otro lado, nos va a garantizar que más sectores de las población y que ese cincuenta por ciento de abstencionismo disminuya porque habrá nuevas opciones por quién votar”.

El diputado liberal, Yani Rosenthal, considera que las nuevas fuerzas políticas solo fortalecen la democracia y ellos no tienen problema en que participen, “es un buen signo” democrático, puntualizó.

Aún no ven un outsider político

En tanto, el jefe de la bancada liberal, Alfredo Saavedra, se entusiasma con la novedad partidaria al afirmar en forma tajante que “es lo mejor que pudo ocurrir para el sistema democrático hondureño, de esa manera ya no habrá excusa para manifestaciones de otra naturaleza”.

Todos los consultados son del criterio que esta nueva incursión de partidos, permitirá visualizar que el país camina hacia procesos más transparentes y democráticos en donde se reivindica la tesis que el mejor sistema de gobierno sigue siendo la democracia, aunque falte perfeccionarla.

Lo que no consideran todos los consultados por este medio digital, es que haya llegado el momento para un outsider (jugador fuera) de la política.

Los consultados creen que si bien hay condiciones para ello, las candidaturas políticas se ganan con estructuras, más allá del entusiasmo. Existen, acotan, esas experiencias en otros países donde prevalece un alto grado de formación política, pero en el caso de Honduras ven aún complejo este proceso, pero apuntan a que el país camina hacia ahí.

Aunque los magistrados del tribunal electoral confían en que se discutan nuevas reformas políticas más allá de la ampliación de la cuota política a las mujeres, todo apunta que el avasallamiento con que han iniciado las precandidaturas electorales es el contrarreloj a vencer, por la intensidad de la misma y el interés de los parlamentarios por salir a la búsqueda de la preferencia electoral para mantener o retener las fuerzas políticas legalmente representadas por ahora en el hemiciclo legislativo y en la conformación de partidos políticos en Honduras.

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