El comandante de la Secretaría de Seguridad Pública de Monterrey, Ernesto Rodríguez, explicó que los centroamericanos (doce hondureños, cuatros salvadoreños y tres guatemaltecos) fueron detenidos en un barrio de esta ciudad cuando solicitaban ayuda.
Rodríguez precisó que los indocumentados estaban «desnutridos y deshidratados» y fueron sorprendidos por policías de la Secretaría de Seguridad Pública,
«Refieren que llevaban casi 40 días caminando, y en partes en tren o en camión, y poco más de una semana sin comer, ellos iban a Estados Unidos», aseguró el comandante.
El jefe policial explicó que los indocumentados «no están arrestados, porque no son delincuentes, son indocumentados, únicamente los custodiamos y serán puestos a disposición de las autoridades federales para que se siga el procedimiento ordinario».
Aseguró que los inmigrantes tenían más de un mes de haber salido de su país de origen para intentar cruzar la frontera hacia Estados Unidos, pero debido a su mala situación económica decidieron quedarse más tiempo en México.
Los centroamericanos fueron revisados por médicos de la Cruz Verde de Monterrey, quienes determinaron que presentaban «cuadros de desnutrición y deshidratación».
La Secretaría de Seguridad Pública señaló que los ilegales tenían seis días viviendo en la vía pública.
La policía de Monterrey proporcionó ropa y alimentos a los inmigrantes antes de entregarlos a las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), el cual se encargará de efectuar los trámites para su repatriación.