Únicamente Bolivia, mediante su ministra de Transparencia Institucional, Nardy Suxo Iturry, dijo que se abstenía de emitir su voto sobre Insulza, pero al mismo tiempo indicó que no se oponía a que el chileno fuera reelegido por aclamación, lo que equivale a un consenso.
Insulza se aseguró el lunes también el importante voto de EE.UU. y en las últimas horas antes de las elecciones el respaldo de Ecuador y Perú.
Canadá, Venezuela y Nicaragua, que hasta hoy no habían revelado cuál iba a ser su decisión, apoyaron finalmente a Insulza. Pero los dos últimos no dieron su apoyo sin criticar antes a la OEA y su liderazgo para exigir cambios.
El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton, indicó que «mil veces» su país ha presentado quejas sobre los «desajustes» institucionales y la prestación de servicios de la OEA, y mil veces la respuesta fue la «desatención y el silencio».
También advirtió que la OEA tiene una Carta Democrática Interamericana que «ya comienza a ser puesta en duda por factores que aspiran de manera disimulada a intervenir con mayor poder en las democracias disidentes, es decir, las que por su compromiso social y democrático puedan afectar privilegios internos y externos».
Por su parte, el embajador de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada, también dijo que la Carta ha sido «prácticamente anulada por golpes de Estado en Venezuela (2002) y en Honduras, y rechazó las injerencias de fuerzas extranjeras como el «imperio» de EE.UU.
Por eso pidió a Insulza que cumpla sus funciones sin «extralimitarse y sin presiones externas que están interfiriendo constantemente en asuntos internos».
Nicaragua considera que más que reformar la Carta, como ha propuesto Insulza, los países deben «sumar voluntades» y solidaridad para «defender la soberanía, la integridad territorial, la independencia y la autodeterminación de los países.
El chileno dijo recibir el apoyo de los países con «mucha humildad pero también con «mucha alegría y afecto», y al tiempo que reconoció que a veces hay «diferencias» entre los Estados miembros, reiteró su compromiso de hacer un esfuerzo por mejorar la organización, y luchar por la democracia y los derechos humanos.
«Seguiremos luchando por fortalecer la democracia representativa que con tanto esfuerzo nos hemos ganado», señaló Insulza.
Insulza fue acompañado por el canciller de su país, Alfredo Moreno, quien destacó que Chile tiene «las mejores relaciones con Bolivia», e indicó que en la reforma de la Carta habrá que evaluar cómo compatibilizar los cambios con los principios de la soberanía, la no intervención y la autodeterminación.
El secretario general de la OEA ha propuesto introducir en la Carta mecanismos más flexibles y rápidos para prevenir amenazas a las democracias y tratar de evitar crisis como en Honduras.
Ante la negativa de países como Nicaragua y Venezuela de reformar la Carta, Insulza dijo en rueda de prensa que su propuesta se refiere a los procedimientos y no a los «principios que establece», y lo que quiere es tener «más posibilidad de prevención» y no llegar a «destiempo» como en el caso del golpe de Estado de Honduras.
Precisamente, el golpe de Estado supuso un fracaso para la OEA e Insulza. El levantamiento de la suspensión de Honduras será uno de los retos más inmediatos del chileno, que recalcó que desea que eso suceda cuanto antes; en la próxima Asamblea General.
Antes tiene que crearse la Comisión de la Verdad y solucionarse el futuro del ex presidente Manuel Zelaya para que vuelva a su país.
Insulza también ha sido criticado por no hacer suficiente para frenar el deterioro de democracias en ciertos países, principalmente Venezuela y Nicaragua. Reiteró que para poder actuar necesita tener un mandato y enfatizó en que él sí propone temas al Consejo Permanente.
La embajadora de EE.UU., Carmen Lomellin, apoyó a la reforma de la Carta e insistió en que la OEA debe ser «revitalizada para poder hacer frente a los desafíos del siglo XXI».
Para ello, tanto Insulza como el secretario general adjunto, el surinamés Albert Ramdin, quien también fue reelegido hoy, «tienen que estar preparados», dijo.
A las elecciones también acudieron la canciller de Surinam, Lygia Louise Irene Kraag-Keteldijk, el responsable de Exteriores de Paraguay, Héctor Lacognata, que fue elegido presidente de la Asamblea General, y el de Grenada, Peter David.