La marcha, que es encabezada por el sacerdote católico de origen salvadoreño, Andrés Tamayo, coordinador del Movimiento Ambientalista de Olancho (MAO) arrancó desde la Escuela Agrícola de Juticalpa al filo de las 8:00 de la mañana con un acto especial y religioso.
La caminata que durará alrededor de 16 días es la tercera que se realiza desde el año 2003.
“La idea es crear una conciencia popular de protección al ambiente», dijo el religioso minutos antes de iniciar la actividad.
«Esperamos que la gente se sume a la marcha en todo nuestro recorrido… y sólo Dios sabe cuántos corazones moverá en nuestro favor», expresó Tamayo.
Por su defensa del bosque, Tamayo fue galardonado por organización ambientalista estadounidense Goldman en abril de 2005.
La tercera Marcha por la Vida, es apoyada por estudiantes, maestros, campesinos, indígenas y profesionales, y concluirá el 29 de mayo frente a la Casa Presidencia de Tegucigalpa.
Al final de la actividad, los caminantes entregarán al presidente Manuel Zelaya un documento con 13 exigencias para mejorar la calidad ambiental de los 7,5 millones de hondureños.
Los marchistas pretenden recorrer diariamente 15 kilómetros hasta completar los 240 que abarcan las provincias de Olancho, al este, y Francisco Morazán, en la región central de Honduras.
En las noches, dormirán en las aldeas aledañas a la carretera que une a ambas zonas.
Olancho, con 24.351 kilómetros cuadrados, es la provincia más extensa de Honduras.
Por gestiones del sacerdote, el presidente Manuel Zelaya declaró en mayo de 2006 una veda temporal en Olancho, pero eso no ha logrado detener la depredación del bosque y los recursos naturales de la zona.
Tamayo denunció que rastras cargadas de madera cortada de forma ilegal siguen saliendo de la zona a todas horas, sin que las autoridades hagan algo para detener el ecosidio.
En el 2004, el religioso denunció que madereros ofrecían 40.000 dólares a quien lo asesinara, tras advertirle que debía abandonar el país.
Tamayo denunció que los madereros contrataron un sicario para matarlo en el 2002 en una carretera solitaria de Olancho. El hombre, sin embargo, desistió y luego confesó la situación a Tamayo.
A raíz de esa situación, Zelaya le asignó una escolta permanente de soldados de las Fuerzas Armadas.
El religioso ha denunciado que los propietarios de cuatro aserraderos, hondureños y cubanos, talan de manera ilegal los bosques de Salamá, municipio en el que ejerce su ministerio.
El prelado es oriundo de San Vicente, en El Salvador. Llegó a Honduras en 1983 y de inmediato fue enviado a Olancho. De 51 años, es el cura párroco de Salamá, localidad al oeste de Olancho.
Datos oficiales indican que unas 108.000 hectáreas boscosas son deforestadas cada año.
Honduras tiene 5,9 millones de hectáreas de bosques, equivalente al 53,2% del territorio nacional. De acuerdo con el gobierno, unas 108.000 hectáreas boscosas son deforestadas cada año en el país.
La tercera Marcha por la Vida coincide precisamente con la movilización de los sectores populares en apoyo a los fiscales en huelga de hambre y con la marcha por la Paz, que realizan diversos sectores de la ciudad de San Pedro Sula, exigiendo un freno a la violencia y la inseguridad que impera en Honduras.