Tegucigalpa – Pese a negar sus vínculos con organizaciones políticas opositoras y a menos de 24 horas de haber denunciado una intentona del Frente Nacional de resistencia Popular (FNRP) de hacerse con el control de las protestas, los líderes del llamado movimiento “Oposición Indignada” lograron un acuerdo para compartir el protagonismo de las marchas próximas.
– La inusitada alianza entre los dos grupos, tras previas denuncias que los resistentes se querían apoderar de la “Marcha de las Antorchas”
El llamado movimiento de los indignados surgió en forma espontanea hace mes y medio, utilizando sus líderes las redes sociales para convocar a las marchas de los viernes en Tegucigalpa, sábado en San Pedro Sula y el domingo en otras ciudades del interior, eludiendo los tradicionales esquemas de gremios como sindicatos, asociaciones estudiantiles, campesinos, pobladores y colegios profesionales.
Pero tras un encuentro mantenido el miércoles en Tegucigalpa entre los líderes del FNRP, que a la vez son dirigentes del partido Libertad y Refundación (Libre), con los dirigentes de los Indignados Ariel Varela, Miguel Briceño y Gabriela Blen, acordaron que las dos partes participarán en forma conjunta en la llamada “Marcha de las antorchas” mañana viernes.
Con ello quedó oficializado que el FNRP, el brazo social del partido Libertad y Refundación (Libre), asume parte del control de las protestas de los viernes, donde se reclama el combate a la corrupción y la impunidad, así como la instalación en Honduras de una Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICI) en Honduras, similar a la que funciona en Guatemala desde hace casi ocho años.
Lo anterior llevó a que varios analistas y políticos comentaran si el mediático movimiento de los Indignados fue cooptado por el FNRP y con ello Libre asuma en la práctica el control de las manifestaciones.En las primeras cinco marchas de los viernes en la capital los intentos de dirigentes afines a Libre de asumir el protagonismo en la marcha fue resistida firmemente por Varela, Briceño y Blen, así como por centenas de participantes, quienes insistían que era un movimiento ciudadano libre, independiente de los intereses partidistas y esencialmente pacífico.
La mayor parte de los participantes en las marchas con jóvenes, así como personas mayores sin filiación partidaria.
Pero en la marcha del viernes pasado ya se observaron los primeros indicios que el FNRP/Libre buscaba un mayor control del movimiento que atrae a miles de personas en sus manifestaciones. Analistas indican que esto se reflejó cuando un pequeño grupo atacó a pedradas los edificios del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y de la Televisora Educativa nacional (TEN), canal 10.
De manera que la marcha de mañana viernes será la primera donde el grupo de Libre tendrá un protagonismo y que algunos temen sea mayor al de los jóvenes que dieron forma al movimiento.
Algunos destacan que la “Marcha de las Antorchas” puede correr la misma suerte que las del Primero de Mayo, donde las centrales sindicales fueron relegadas a casi nada y todo el protagonismo es para el expresidente y coordinador general de Libre, Manuel Zelaya.
Renuncia  Mientras los jóvenes que participan en las marchas señalan que su objetivo es pedir una CICI para Honduras para que se investigue el desfalco en el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y que no reclaman la salida del presidente hondureño Juan Orlando Hernández, la posición de Libre es otra.El propio expresidente Zelaya mantiene en sus mensajes en la red social Twitter la petición que renuncie el mandatario hondureño. Y no habían pasado ni cuatro horas de la reunión entre los líderes de los Indignados y los coordinadores del FNRP, cuando el expresidente Zelaya anunció que exigen la salida del presidente Hernández. Indicó que harán el intento en la reunión de la próxima semana que realice el Congreso Nacional en Gracias, Lempira de solicitar el juicio político a Hernández. Asimismo, varios sectores destacaron que con su unión con Libre, los jóvenes dirigentes de los Indignados pierden la oportunidad de crear un movimiento político que catalizaría la expresión de los movilizados, tal como ocurrió en España con Podemos, que fue el gran triunfador de las pasadas elecciones municipales y autonómicas.
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