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Indígena lenca hondureña gana Premio Nacional Carlos Escaleras

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Tegucigalpa – La hondureña María Felícita López, de la etnia lenca, se hizo merecedora este miércoles a la sexta edición del Premio Nacional Carlos Escaleras, en honor al ambientalista del mismo nombre, quien fue asesinado hace 24 años.

«El premio lo recibo como una sorpresa del año y como una esperanza, con un compromiso de seguir defendiendo los derechos humanos, el territorio, la casa común», dijo López a Efe luego de recibir el galardón en un evento celebrado en Tegucigalpa con ambientalistas de varias regiones de Honduras.

Agregó que los pueblos originarios conviven con el territorio, son parte del territorio y están comprometidos a arriesgar su vida defendiéndolos para que no se les siga explotando y saqueando.

«La madre tierra ha llorado ya demasiado y, por lo tanto, vamos a seguir defendiendo el territorio. Carlos Escaleras nos ha dejado una esperanza, una luz para seguir luchando, para seguir defendiendo, para seguir preservando, para seguir produciendo, porque sin el agua, sin el bosque y sin la tierra, no tenemos de vida», subrayó.

RECHAZO A UNA HIDROELÉCTRICA PROPIEDAD DE UNA DIPUTADA

López es miembro del Consejo Indígena Lenca de Santa Elena, departamento de La Paz, fronterizo con El Salvador, que ha luchado en contra de la empresa hidroeléctrica Encinos, propiedad de la diputada Gladys Aurora López, y su esposo, Arnold Castro, que en 2011 se instaló en esa región del país.

La galardonada es coordinadora de los Consejos indígenas municipales, Consejos de mujeres indígenas y presidenta de la Red Municipal.

Desde hace once años es defensora los derechos humanos, de las mujeres y el medio ambiente en el departamento de La Paz.

María Felícita López señaló que «con mucho dolor», porque perdieron a «familiares y compañeros», se logró que hace siete años fuera paralizada la hidroeléctrica de la diputada y su esposo.

«Ha sido un logro, porque para que pase la hidroeléctrica tendrán que moler nuestros huesos las máquinas, de lo contrario no lo lograrán porque seguiremos y mantendremos la lucha en el territorio», enfatizó la defensora hondureña del ambiente y los derechos humanos, de 36 años.

Agregó que en contra de las comunidades que se oponen a la destrucción de los recursos naturales ha habido una «campaña de discriminación, persecución y militarización continua».

Señaló además que los indígenas de La Paz le han «demostrado al poder, al Estado, a Gladis Aurora López, que ellos tienen el poder, las balas, el gas, pero nosotros tenemos la palabra dentro de los territorios».

La ambientalista, que es madre de cuatro hijos, recordó que cuando inició su lucha por la defensa del ambiente le «tocaba andar uno de mis hijos en el lomo, uno de la mano, otro chineado (cargado en brazo) y otro en la barriga».

«Me siento orgullosa de seguir luchando para que mis hijos tengan una vida dentro del territorio. Somos pueblos originarios que hemos nacido, hemos crecido y tenemos que defender los territorios porque son nuestra forma de vida», enfatizó.

Según relató López, contra su esposo, Alejandro Vázquez, pende una orden de captura desde hace siete años. Fue procesado también por su lucha en defensa de los recursos naturales.

«Él no puede andar en ningún lugar del país, pero eso no nos cansa, no nos debilita a seguir la lucha, porque sabemos que la lucha trae consecuencias, trae dolor, pero es un orgullo defender su territorio, donde se ha crecido, se ha nacido y están los ombligos de nuestros ancestros, los de nosotros y de nuestros hijos», acotó.

IMPUNES AUTORES INTELECTUALES DE LA MUERTE DE ESCALERAS

Carlos Escaleras, nacido en 1958 en Tocoa, departamento de Colón, en el Caribe hondureño, fue recordado hoy como un hombre de fe y compromiso sólido, además de miembro de comunidades eclesiales de base y patronatos.

En el decenio de los 90 del siglo pasado dirigió la defensa del río Guapinol ante la contaminación que producía una planta procesadora de aceite de palma, propiedad del empresario Miguel Facussé (ya fallecido).

En 1997, cuando Escaleras se postuló como candidato a alcalde, las amenazas de muerte que había recibido se cumplieron, fue asesinado de tres disparos, por la espalda, el 17 de octubre de ese mismo año.

En 2015 el Estado de Honduras reconoció su responsabilidad en la violación del derecho a la vida y el derecho a la justicia en el caso de Carlos Escaleras.

Por su muerte solo una persona ha sido condenada como autor material, mientras sus familiares siguen exigiendo que no queden impunes los autores intelectuales.

El Premio Nacional Carlos Escaleras es promovido por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC), rectorado por los jesuitas; el Centro de Derechos de Mujeres y Diakonía Honduras, entre otras organizaciones. 

JS

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