Tegucigalpa- La ministra de Salud, Yolany Batres, reconoció este lunes que la situación de la incidencia en casos de dengue y chikungunya es grave, pero pese a ello, considera que no se puede decretar emergencia como lo han solicitado algunos sectores incluido el Colegio Médico de Honduras (CMH).
Según la funcionaria, se están emprendiendo intensos operativos de abatización y fumigación para erradicar el zancudo transmisor de ambas enfermedades.
En ese sentido, consideró que aún no es necesario decretar una emergencia. “Las emergencias muchas veces son satanizadas”, arguyó en declaraciones a la radio capitalina HRN.
Señaló lo más importante es que la población entienda que debe luchar en contra del mosquito transmisor.
Indicó que solo de chikungunya se superan los 27 mil casos en lo que va del año y sólo en la última semana, se presentaron más de mil casos.
Por su parte, el epidemiólogo Tito Alvarado apuntó que se está reaccionando tarde ya que la situación ya se ha salido de los parámetros.
Consideró que si se debe decretar una emergencia cuanto antes para que el gobierno central se vea obligado a atender la situación y proveer de insumos a la Secretaría de Salud.
Las acciones que se están tomando son válidas, pero son tardías, reiteró.
“Se debe actuar rápidamente para tratar de bajar la incidencia, las acciones deben ser rápidas y bajo un decreto de emergencia para que también los organismos internacionales ofrezcan ayuda porque somos un país muy pobre para luchar solos con este tipo de epidemias”, concluyo.
La Secretaría de Salud invierte más de 250 millones de lempiras en abate y fumigación cada año.
Las autoridades edilicias de la capital han implementado una ordenanza municipal para que la población mantenga limpios sus hogares y negocios pues de lo contrarios serán multados.
