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Incidentes en Independiente-U de Chile sacuden Argentina, Chile y el fútbol sudamericano

Buenos Aires – Los graves incidentes ocurridos este miércoles durante el encuentro de la Copa Sudamericana entre el argentino Independiente y Universidad de Chile, que dejaron heridos graves, más de 100 detenidos y causaron la cancelación del partido, generaron este jueves fuertes reacciones de las autoridades de ambos países y la condena de múltiples organismos, incluyendo la FIFA.

La violencia comenzó sobre el final de la primera mitad, con el partido igualado a uno y un global de 2-1 en favor de los chilenos, cuando fanáticos del equipo visitante situados en una de las tribunas más altas del estadio comenzaron a lanzar butacas y trozos de la grada extraídos de la estructura hacia la parte baja, donde estaban hinchas del Rojo.

Aficionados de Independiente intentaron acercarse al sector visitante, lo que obligó al refuerzo de la seguridad con personal de infantería policial, en paralelo con la evacuación de los hinchas chilenos.

Pese a los esfuerzos por contener la violencia, un grupo numeroso de hinchas del Independiente logró acceder a la tribuna donde aún quedaba un puñado de aficionados chilenos, que fueron violentamente atacados.

Fuentes oficiales elevaron este jueves la cifra de heridos a 22, de los cuales tres ya fueron dados de alta y dos permanecen en grave estado y debieron ser intervenidos quirúrgicamente por heridas en la cabeza. La mayoría de los heridos son de nacionalidad chilena.

Además, un total de 111 personas -109 de ellas aficionados chilenos- fueron detenidas por las fuerzas de seguridad por «atentado y resistencia a la autoridad, lesiones, lesiones graves y daños» por los incidentes en el estadio Libertadores de América, ubicado en Avellaneda, provincia de Buenos Aires.

La condena a la violencia

Uno de los primeros en responder a estos incidentes fue el presidente chileno, Gabriel Boric, quien condenó la violencia en un mensaje difundido en sus redes sociales y tildó de «irresponsable» a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).

«Lo sucedido en Avellaneda entre las hinchadas de Independiente y Universidad de Chile está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización. La justicia deberá determinar los responsables», añadió el mandatario.

Boric envió este jueves a Buenos Aires a su ministro del Interior, Álvaro Elizalde, para acompañar a los ciudadanos chilenos heridos y detenidos y denunció un «inaceptable linchamiento» contra la afición visitante.

Del lado argentino, quien se pronunció fue la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que describió los episodios como «una tragedia» y responsabilizó al gobernador de la provincia de Buenos Aires, el referente opositor Axel Kicillof (peronista).

La ministra desligó a su cartera de lo sucedido, acusó directamente al gobernador -figura clave de la oposición de cara a los comicios legislativos provinciales del próximo 7 de septiembre- de «no poder garantizar la seguridad ni cuidar a la gente» y anticipó que el Gobierno nacional «recuperará el orden».

La Conmebol actuará «con la mayor firmeza»

La Conmebol, que aún no se ha pronunciado sobre el futuro de ambos equipos en la competición tras la cancelación del encuentro, condenó este jueves «enérgicamente» lo sucedido y prometió actuar «con la mayor firmeza».

El ente rector del fútbol sudamericano aseguró además que «se encuentra en contacto permanente con las autoridades de seguridad» y que está monitoreando «de cerca la situación de las personas afectadas», al tiempo que reiteró que está recopilando información que será remitida a la Unidad Disciplinaria «para la aplicación de las sanciones correspondientes».

Quien también se refirió a los graves incidentes en Avellaneda fue Gianni Infantino, presidente de la FIFA, que describió como «impactante» la violencia entre los aficionados y enfatizó que «la violencia no tiene cabida en el fútbol».

Infantino añadió en su mensaje que los jugadores, los hinchas, el personal, los árbitros y todos los que disfrutan de este deporte «deben poder hacerlo sin miedo».

«Desde la FIFA, nuestros pensamientos están con todas las víctimas inocentes, a la vez que esperamos que las autoridades competentes impongan sanciones ejemplificadoras contra los autores de estos terribles actos», finalizó. EFE

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