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Impresionante quema de pólvora en la capital pese a prohibición

Tegucigalpa – Pese a la ordenanza municipal que prohíbe la venta y consumo de pólvora en la zona del Distrito Central, la cantidad de explosivos que se quemó en la capital durante la noche buena, fue impresionante, lo que demuestra que la población se resiste a dejar esa costumbre que cada año deja a varias personas, principalmente a niños quemados o con miembros amputados.
 

Y es que desde la víspera de la navidad fue notoria la venta de pólvora en las calles y avenidas de la capital de una manera incontrolable, pese a los esfuerzos del Juzgado de Policía de la alcaldía del Distrito Central y de otras autoridades.

En ese sentido, los múltiples esfuerzos realizados por el Juzgado de Policía para controlar el ingreso y comercialización de los explosivos resultaron insuficientes y la medianoche del pasado 24 de diciembre, Tegucigalpa y Comayagüela, literalmente “ardieron” con la quema de pólvora.

En los mercados, ferias y en las intersecciones de los semáforos, la comercialización de la pólvora prácticamente se hace con normalidad.

Los estruendos de potentes morteros se escucharon por toda la ciudad, poniendo en riesgo no sólo la integridad de las personas sino de los bienes materiales también.

El pasado domingo 23 de diciembre, el Juez de Policía de la Alcaldía Municipal del Distrito Central, Fredy Casasola, informó que en operativos realizados en el sector de la colonia El Prado se decomisó un monigote que simboliza el año viejo en cuyo interior se encontraron proyectiles de arma de fuego calibre 38.

El funcionario advirtió que el peligro que representa esa acción es grave porque una vez que se calienta el proyectil podría causar daños graves a las personas que se encuentren en su alrededor porque salen disparados.

En ese sentido, Casasola hizo un llamado a la población para evitar usar proyectiles en los monigotes ya que podría hasta causar la muerte de las personas.

Asimismo, indicó que ese día se hizo un decomiso de unos 100 mil lempiras en pólvora en diferentes sectores de la capital.

A pesar de la campaña para no quemar pólvora en temporada navideña y de fin de año, el dolor sigue castigando a la niñez.

Un menor de 14 años se convirtió en la tercera víctima que ingresó al Bloque

Materno Infantil del Hospital Escuela por la quema de pólvora. La víctima ingresó al sanatorio el pasado sábado con procedencia de El Paraíso.

El jefe de la sala de niños quemados del hospital Materno Infantil, Omar Mejía, comentó que “este niño ingresó con quemaduras por pólvora en ambas piernas y en la cara, al pequeño le va a quedar para toda la vida marcada la cara, se le va a tener que hacer mutilación ya que va ser necesario hacerle injertos de piel en las piernas y la cara le va a quedar como un tatuaje”.

“Las personas que se dedican a atender a los pacientes con quemaduras estarán pendientes del niño para ver cómo evoluciona con los antibióticos que se le están aplicando”, agregó Mejía quien comentó que es lamentable que el uso de la pólvora continúe provocando daños a la salud, especialmente en los menores de edad.

El caso del primer niño quemado de la temporada navideña fue un menor de 11 años originario de El Paraíso, quien perdió cuatro dedos de su mano izquierda al manipular un mortero que, según su madre, se encontró en la calle.

Mientras tanto, el segundo infante que ingresó al Hospital Escuela es un menor de ocho años, originario de Juticalpa, Olancho, quien perdió dos dedos de su mano al estallarle un cohete de vara.

Asimismo se reportó en días anteriores una víctima mortal debido a la comercialización de la pólvora. Se trata de Ángel Humberto Machuca, de 84 años, quien no soportó las terribles quemaduras al estallar la bodega donde se encontraba la pólvora. Mejía dijo que es necesario crear una normativa para evitar que la pólvora se comercialice a menores de edad.

Según estadísticas, en 2008 se registraron 285 niños afectados; en 2009, 290 niños; en 2010, 320 niños; en 2011, 330 niños, y en este 2012 se han registrado unos 295.

Pese a esos registros y a las múltiples recomendaciones que hacen expertos para evitar el uso indebido de la pólvora, muchos hondureños se resisten a abandonar la mala costumbre por lo que la frase que una vez expresó un ciudadano español en el sentido de que “pueblo que revienta cohetes, está de conquista”, sigue vigente.

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