Implicaciones políticas del nuevo censo

Por:Luis Cosenza Jiménez

Hace unas semanas, el Instituto Nacional de Estadísticas, INE, publicó el nuevo censo, financiado por el BID. El nuevo censo contiene valiosa información, que merece ser analizada cuidadosamente.

Lamentablemente, ha recibido poca atención en los medios de comunicación. Dediquémosle hoy nuestro análisis a las implicaciones políticas del censo.

Para comenzar, el censo nos dice que somos 8, 303,771 hondureños y por tanto al comparar esa cifra con la correspondiente al censo de 2001 (6, 535,344) nuestro crecimiento demográfico ha sido del2.02% anual. El censo nos dice que la población de algunos departamentos (Islas de la Bahía, Comayagua, Gracias a Dios, Cortés y Ocotepeque) ha crecido más que el promedio, mientras que la población de otros departamentos (Choluteca, Valle, Santa Bárbara y Yoro) ha crecido menos que el promedio. Como el número de diputados asignados a cada Departamento es función de su población, entonces es de esperar que el nuevo censo nos arroje nuevas cifras, y en efecto, así es.

Si el total de diputados, 128, es prorrateado según la población de cada departamento, entonces resulta que Cortés debe contar con 24 diputados (una ganancia de 4), Francisco Morazán 23 (sin cambio), Yoro 9 (sin cambio), Comayagua 8 (gana 1), Olancho 8 (gana 1), Atlántida 7 (pierde 1), Choluteca 7 (pierde 2), El Paraíso 7 (gana 1), Copán 6 (pierde 1), Santa Bárbara 6 (pierde 3), Colón 5 (gana 1), Lempira 5 (sin cambio), Intibucá 4 (gana 1), La Paz 3 (sin cambio), Valle 3 (pierde 1), Ocotepeque 2 (sin cambio), e Islas de la Bahía y Gracias a Dios con un diputado cada uno (sin cambio). Si se trata de un sistema democrático y representativo, entonces la distribución departamental de diputados deberá reflejar la nueva realidad que nos brinda el censo.

Hasta acá, me parece que debería haber consenso para hacer los ajustes necesarios para celebrar las próximas elecciones. Sin embargo, cabe preguntar ¿por qué debemos limitarnos a elegir diputados por departamento? ¿Por qué no podemos elegir diputados por municipio? Después de todo ya celebramos elecciones municipales para elegir alcaldes. Ya tenemos experiencia en elecciones municipales, por lo que preparar una papeleta con los candidatos a diputado por ese municipio ni sería complicado, ni caro. Por otro lado, una elección de diputados por municipio haría que solo los residentes en el municipio puedan aspirar a ser diputados, y que solo los residentes en el municipio puedan votar por ellos. En esencia, cada municipio sabría quienes lo representan en el Congreso y se fortalecería la rendición de cuentas de los diputados a los votantes del municipio, si aspiran a ser reelectos. Entiendo que los políticos tradicionales son alérgicos a esta idea ya que temen que la lealtad de los diputados sea con sus representados, y no con los dueños del partido, pero esa es la esencia de la democracia. A mi juicio, con esta propuesta profundizaríamos nuestra democracia y eso conviene a todos.

Para ilustrar la propuesta, permítanme presentarles el caso de Cortés, que me parece el más interesante. Si los 24 diputados que le corresponden al Departamento se distribuyen entre los municipios según su población, resulta que a San Pedro le correspondería once diputados, a Choloma cuatro, a Villanueva y a Puerto Cortés dos a cada uno, a La Lima y a Santa Cruz de Yojoa uno a cada uno, y el remanente (3) al resto de los municipios. En este último caso los municipios podrían ser agrupados en tres “mancomunidades electorales” de tal forma que a cada una de ellas le corresponda elegir un diputado. Es importante enfatizar que no solo se trata de identificar quien, o quienes, representan al municipio, sino que además solamente los residentes del municipio votarían por su diputado. Actualmente, los políticos deciden cuanta representación conceden a los municipios. Generalmente la porción más generosa se reserva para los centros de votación más grandes. Pero, además de lo caprichoso e injusto que es este sistema, lo peor es que el representante de un municipio es elegido por el resto de los municipios del departamento, con la posible excepción de aquellos que corresponden al centro poblacional más grande.

El caso de Francisco Morazán es menos importante, ya que el Distrito Central es mucho más grande que la suma del resto de los municipios. No obstante, de los veintitrés diputados, solamente dieciocho le corresponderían al Distrito Central, y cinco al resto de los municipios. Esto contrasta con la práctica tradicional de conceder uno, o dos, diputados al resto de los municipios, reservándose veintiuno o veintidós para el Distrito Central. Claramente que esta práctica perjudica a los municipios pequeños de Francisco Morazán y está reñida con el espíritu de la democracia.

Al final, la pregunta es qué tan importante es este tema para los hondureños y para los institutos políticos. Todavía estamos a tiempo para hacer los pocos ajustes necesarios para elegir a nuestros diputados por municipio. Si lo exigimos, lo lograremos. Les propongo que trabajemos juntos por profundizar nuestra democracia. Parafraseando a don Moisés de Jesús Ulloa Duarte (QDDG) “las generaciones futuras nos lo agradecerán”.

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