Managua – La Iglesia católica de Nicaragua negó hoy ser propietaria de una camioneta utilizada por supuestos delincuentes capturados en Honduras, aunque reconoció que sí perteneció a un grupo de monjas nicaragüenses en años anteriores.
«El vehículo se gestionó para las Hermanas de Santa Teresa de Jesús, siempre salen (los automóviles) a nombre de la Arquidiócesis, porque hace la gestión, y después la vendieron», dijo el obispo de la Arquidiócesis de Managua, Leopoldo Brenes, al canal 12 de la televisión local.
Medios de comunicación de Honduras vincularon el vehículo con hombres señalados con actividades de narcotráfico, identificados como Byron López Zeledón y Alberto López Midence, quienes a su vez estarían relacionados con el nicaragüense Marvin Figueroa Zamora, conocido como «Comandante Nicaragua».
Figueroa, quien fue capturado la tarde del pasado jueves por la Policía hondureña, por el delito de «tentativa de homicidio», es considerado «rearmado», término utilizado en Nicaragua para referirse a quienes supuestamente están dispuestos a tomar las armas para combatir contra el gobierno de Daniel Ortega.
El comandante Juan Carlos Bonilla, jefe de la Policía de Honduras, confirmó que a Figueroa le fue decomisada un arma de fuego, indumentaria militar y municiones, divulgaron medios de comunicación nicaragüenses.
Sobre la camioneta, Brenes sostuvo que ya no pertenece al grupo de monjas.
«La vendieron a una familia (de apellido) Huete, de Ocotal (a 20 minutos de Honduras), y parece que ni la familia Huete, ni la otra persona a la que se la vendieron después, hizo el cambio (de propiedad)», explicó el obispo.
Brenes insistió en que las autoridades hondureñas todavía no han vinculado el vehículo directamente con los capturados.
Las entidades gubernamentales nicaragüenses no se han referido a la captura de Figueroa.
El Gobierno de Nicaragua no reconoce que existan «rearmados», las autoridades sostienen que se trata de «grupos delincuenciales».
