Iglesia Católica critica pisoteo y el irrespeto de los niños

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Tegucigalpa – La Iglesia Católica hondureña fustigó este domingo durante la homilía oficiada en la catedral metropolitana San Miguel Arcángel de la capital por el cura párroco, padre Juan Carlos Martínez, el pisoteo y el irrespeto en contra de los niños.

-El prelado rogó a Dios por la protección de miles de hondureños afectados por las lluvias que azotan el país.

El sacerdote apuntó que los niños se acercaban a Jesús para que los tocara y los discípulos lo regañaban y Jesús les dijo indignado: “Dejen que los niños se acerquen a mí”. Los discípulos impiden que los niños se les acerquen, no porque estos puedan molestar al maestro sino porque los niños no representan nada, anotó.

Añadió que los niños no significaban nada en la época de Jesús cuando no eran tomados en cuenta y eran tan menospreciados como las mujeres y Jesús rompe ese esquema cultural y los acoge con cariño y con amor.

Además, Jesús con ese gesto de abrazar a los niños va más allá de lo que se le había pedido y con esa muestra de ternura manifiesta la presencia de Dios.

Destacó que ahora en los niños hoy podemos ver representados el mundo de los pobres y marginados que no tienen interés para la sociedad, tantas personas que no son productivas y que no interesan ni para la política ni para la economía ni para nuestra sociedad.

“Hoy recordamos con dolor que todavía son demasiados los países donde se pisotea la dignidad y el respeto que los niños merecen, niños explotados por el trabajo, niños obligados a convertirse en soldados, niños privados de asistencia sanitaria, niños desnutridos, niños necesitados del verdadero amor”, cuestionó el prelado.

Recordó la frase de Jesús quien advirtió “el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él” y ser como un niño significa reconocer la propia pertenencia.

En la homilía, Martínez se refirió a la desigualdad de derechos entre hombres y mujeres que es lo que Jesús no tolera y ningún cristiano hoy podría hoy legitimar con el evangelio nada que promueva la discriminación, exclusión o sumisión de la mujer.

Apuntó que, en aquel tiempo, Jesús rompió con la interpretación machista en la que el hombre podía despedir a su mujer por cualquier causa.

Aludió el texto bíblico del libro de Génesis donde Dios establece que serán dos en una sola carne, lo que significa dos en plena comunión de amor.

Recalcó que el amor solo es posible en la igualdad y la dignidad del ser humano, como hombre y como mujer y Jesús termina con la cita del Génesis: “Lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre”.

Eso lo que quiere decir es que el amor no se acabe nunca y la apuesta de Jesús desconcertó a todos y las mujeres no se lo podían creer. “Lo que quiere Dios es que no haya mujeres maltratadas ni sometidas al varón”, enfatizó al referirse a la unidad, dignidad e igualdad.

En definitiva, las mujeres y los niños que en aquella cultura eran considerados de rango inferior, Jesús les devuelve su dignidad rompiendo los esquemas sociales.

Martínez finalizó la homilía orando por la interjección del sínodo de los obispos, para que en nuestros corazones salte la esperanza, reine la paz y que la iglesia siga su peregrinidad.

Pidió también a Dios por la protección de nuestro país y que bendiga la vida a todos y cada uno de los hondureños que tienen hijos, especialmente ahora que se enfrenta una situación climática adversa y que envíe la ayuda necesaria en el momento oportuno si llegáramos a encontrarnos en situación de peligro.

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