Tegucigalpa – El cardenal Óscar Andrés Rodríguez, presidió este lunes una misa celebrada en la Basílica Menor de Suyapa, en honor a todas las personas que han perdido la batalla contra el COVID-19 durante el período que lleva la pandemia.
En ese sentido, el purpurado invitó a los hondureños a recordar a los fieles difuntos cada dos de noviembre, al tiempo que enfatizó que “la muerte no es el final”.
“Tristemente como humanos, como limitados, débiles que somos, tendemos a olvidar, aunque el amor es muy grande, la mente muchas veces va con el tiempo olvidando”, comentó el también arzobispo de la arquidiócesis de Tegucigalpa.
El líder espiritual tuvo unas palabras para los galenos que fallecieron y dieron su vida para ayudar a los contagiados con la mortal enfermedad.
“Hoy felicitamos a los médicos, a las doctoras, a las enfermeras y enfermeros, al personal de Salud, a todos los voluntarios que están ayudando con ocasión de esta pandemia”, agregó.
El cardenal además visitó la cripta sacerdotal para realizar una oración frente a las tumbas de los presbíteros ya fallecidos.
(om)
