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HRW cifra en al menos 233 los muertos en las protestas en Libia

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Londres – La cifra de fallecidos a consecuencia de la represión de las manifestaciones en Libia en demanda de una reforma democrática ascienden a «al menos 233», según la última cifra facilitada por la organización Human Rights Watch (HRW).
 

HRW citó fuentes médicas y otras para dar esta cifra, y pidió a la Unión Africana y a los países occidentales y árabes a que urjan al Gobierno de Trípoli a detener la represión.

«Se está produciendo una potencial catástrofe para los derechos humanos en Libia, en un momento en que los manifestantes hacen frente por tercer día a los disparos y a la muerte», dijo Sarah Leah Whitson, directora de HRW para Oriente Medio y el norte de África.

«Libia está intentado imponer un apagón informativo, pero no puede esconder la matanza», declaró Whitson en un comunicado.

Testigos presenciales dijeron a esta organización que al menos 10.000 personas participaron hoy en las manifestaciones en Bengasi tras los funerales en memoria de las 84 personas muertas la víspera.

Los testigos coincidieron en que cuando la marcha llegó a la altura de Katiba El Fadil Bu Omar, un recinto oficial que incluye una de las residencias del líder libio Muamar el Gadafi y que está fuertemente custodiada, oficiales militares con boinas amarillas comenzaron a disparar indiscriminadamente contra la multitud.

HRW exigió a la comunidad internacional que pida públicamente a Trípoli el fin del «uso ilegal de la fuerza contra manifestantes pacíficos» y que anuncie su intención de procesar a aquellas personas responsables de haber violado las leyes internacionales.

También pidió un embargo a las exportaciones de armas y de equipamiento de seguridad a Libia y que se recupere el acceso a internet, suspendido indefinidamente desde el viernes.

HRW denunció por último la detención de Abdelhafiz Ghogha, uno de los abogados más conocidos de Bengasi, que representó a las familias de las víctimas de la represión de la cárcel de Abu Salim en 1996.

La detención es la decimoséptima de activistas, abogados y ex prisioneros políticos desde el inicio de las protestas.

«En 1996, las autoridades libias mataron a 1.200 prisioneros en un día en la cárcel de Abu Salim y todavía no han reconocido haber hecho algo malo aquel día», manifestó Whitson.

«Hoy el Gobierno libio ha demostrado al mundo que todavía está empleando una brutalidad implacable contra su población», agregó.

Amnistía Internacional (AI), por su parte, afirmó hoy que «más de cien personas han muerto» en las protestas ciudadanas en Libia en demanda de una reforma política y advirtió de que podría haber «mercenarios extranjeros» participando en la represión.

«Se está asesinando a un alto número de personas y la situación es progresivamente alarmante», manifestó en un comunicado Malcolm Smart, director de AI para Oriente Medio y el Norte de África.

Smart denunció que «las fuerzas leales al coronel Gadafi están empleando una fuerza letal contra los manifestantes que piden un cambio» y dijo que las consecuencias «son totalmente predecibles».

«Parece que el líder de Libia puede haber ordenado a sus fuerzas acabar con los manifestantes a cualquier precio, y ese precio se está pagando con la vida de los libios», indicó.

«Las últimas informaciones hablan de libios en Bengasi abatidos por armas automáticas y otras armas que manejan nuevas tropas más contundentes, que posiblemente incluyan mercenarios extranjeros que han sido enviados expresamente a sofocar las protestas», dijo Smart.

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