Tegucigalpa –El Instituto Nacional Cardiopulmonar (INCP), cerró una de sus salas para atender pacientes contagiados de COVID-19 y con ello se ha reducido la capacidad hospitalaria, confirmó esta mañana la directora de ese sanatorio, Nora Maradiaga.
-Preocupa situación del personal de Salud en la zona norte del país, dijo la galena.
De inicio informó el fallecimiento de tres personas en lo que va del año en ese centro asistencial, donde la ocupación hospitalaria es de 41% y las Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) se encuentra en un 87%.
Asimismo, indicó que los tres decesos registrados este año en ese sanatorio, son del municipio de Guaimaca y Distrito Central. El problema es que llegan en estado crítico y necesitando sistema de alto flujo de oxígeno.
“Si nos preocupa las cifras alarmantes de San Pedro Sula, donde varios colegas están contagiándose con COVID, ayer (domingo), andaban desesperados buscando cupos en el Hospital Leonardo Martínez y Mario Catarino Rivas”, manifestó.
Señaló que el exceso de confianza que está teniendo la población frente a la pandemia, es lo que tiene al borde del colapso al sistema sanitario del país y eso dejará cifras preocupantes en cuanto a contagios de COVID-19.
“Estamos viendo como la gente se ha ido a las playas de vacaciones, como si nada estuviera pasando, la próxima semana veremos resultados poco alentadores”, externó.
Comentó que la capacidad INCP, se ha reducido a 66 cupos porque se tuvo que cerrar una de las salas, ya que la de alto flujo, estaba siendo pagada por contrato de la Secretaría de Salud a través de los fondos BID.
“Pero que al terminar su contrato tuvimos que cerrar una sala para trasladar personas que estaban contratadas por el programa Código Verde a esa sala, entonces hubo una reducción de dos cupos”, explicó la galena.
Asimismo, dijo que “de haber necesidad de abrir más salas se hará de manera paulatina, pero eso indicaría que la situación sería la misma de junio y julio, donde se tuvo lo peor de la pandemia”. JP
