Manifestó que sus estimaciones surgieron de monitoreos y consultas realizadas a la población trabajadora a la cual le preguntaron si tiene deudas, cómo anda el nivel de las mismas y sus ingresos.
Detalló que al realizar un comparativo de esos aspectos, el resultado es que el promedio ponderado es de cuatro décimas del uno por ciento, “lo que significa es que el hondureño tiene un 40 por ciento de sus ingresos comprometidos, o sea, el índice de endeudamiento del hondureño es 40 por ciento”.
“Indica que el hondureño tiene comprometido el 40 por ciento de sus ingresos futuros”, reiteró Amaya quien atribuyó que esos compromisos pueden ser en hipotecas de viviendas, compra de accesorios para vehículos, menaje para el hogar y necesidades básicas de subsistencia en el hogar.
En ese sentido, explicó que cuando los hondureños reciben bonos extraordinarios, como el décimo tercer y décimo cuarto mes de salario, el hondureño prácticamente recibe ese recurso sólo para pagar deudas.
Señaló que esta situación “se vuelve una conducta recurrente, porque (los hondureños) vuelven a endeudarse y continúan con su nivel de consumo y esclavizados al crédito”.
El economista agregó que ese porcentaje de endeudamiento, de compromiso que tienen los hondureños con su aguinaldo, registra un aumento para 2013, en relación a años anteriores.
Refirió que en los años anteriores, ese porcentaje ha estado fluctuando entre un 30 y 35 por ciento, sin embargo, indicó que la crisis económica, el desempleo y otros problemas que han ocurrido en el sector empresarial, han generado el incremento de unos cuatro puntos porcentuales al índice de endeudamiento del hondureño.