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Hondureño, creador de programa de Inteligencia Artificial Musical en Islandia

Tegucigalpa – Es un creador cinco estrellas que ha colocado el nombre de Honduras muy en alto. Tiene apenas 31 años y ha hecho de un programa de inteligencia artificial una sinfonía de la vida. Muestra el empuje y las ganas de un joven determinado a triunfar y a dejar una huella en el planeta, su nombre es Oscar Alfonso Puerto Meléndez.

-Oscar Alfonso Puerto Meléndez aconseja a los hondureños no emigrar sin documentos; les exhorta a hacerlo de forma regular y les dice que hay que buscar oportunidades.

Puerto Meléndez llegó a Islandia hace un quinquenio y desde su arribo a ese país, empezó a luchar a brazo partido por la vida en medio de las dificultades propias de un inmigrante en el otro lado del planeta. 

Este joven inmigrante es un ingeniero hondureño que emigró a Islandia hace cinco años y destaca en este país por crear un programa de Inteligencia Artificial Musical. 

Todo nació como un proyecto de tesis, cuenta a Proceso Digital, el hondureño que nació en Tegucigalpa un 22 de marzo de 1986 vivió en uno de los más antañones y tradicionales barrios de la capital hondureña, El Bosque, desde donde emigró tras conocer a una mujer de la que se enamoró y con quien sigue unido. Ella, de nacionalidad islandesa, es ahora su compañera con quien tiene un hijo y ya esperan el segundo. 

HondurenoISLANDIA3Óscar Meléndez trabajando junto a sus compañeros de tesis en la Universidad de Reykjavik.

El catracho manifiesta que luego de tres años en el país nórdico fue aceptado para estudiar una maestría en la Universidad de Reykjavik, donde destaca por la creatividad mostrada en su proyecto de tesis. 

“Antes de la universidad estuve trabajando como lavador de autos y de platos, luego trabajé como programador, pero el salario era muy malo, la verdad que la vida del emigrante en cualquier país es dura”, cuenta el hondureño quien presentó su programa en el Instituto Tecnológico de Georgia, Atlanta, Estados Unidos. 

Comenta que al momento de decidir su proyecto de tesis combinó su pasión por la programación y la música, así que creó un programa de Inteligencia Artificial Musical. 

El programa simula la colaboración que tienen los músicos a la hora de ejecutar distintos instrumentos, es decir cuenta con autonomía para ejecutar una pieza musical.

Una programación con alma

Explica que básicamente lo que hizo fue programar un lenguaje no verbal que utilizan los músicos, específicamente en el género del Jazz, al que consideró uno de los más complejos, y desde ahí el programa cuenta con la inteligencia para decidir conque instrumento iniciar una pieza musical o cual cambiar durante la ejecución de la misma. 

“Yo implementé librerías de códigos de programación y así puede simular la comunicación entre músicos, para que entiendan, lo que el sistema hace es que simula a los músicos que conforman una banda de jazz, los instrumentos son representados por software y el mismo se comporta autónomamente y una vez que los corres, ellos tocan la canción sin necesidad que yo haga nada más”, detalla el hondureño de 31 años de edad. 

En el siguiente video se muestra cómo funciona el programa:

 

El hondureño considera que es un programa un poco complejo de entender porque básicamente está orientado a la investigación científica de los programadores, pero, dice, en un futuro cercano él espera que se convierta en una aplicación disponible a todos.

En ese sentido, define el programa como una herramienta de investigación orientada a la comunidad de desarrolladores que tratan de entender la inteligencia artificial en el contexto musical.

Asimismo, dice que se trata de un paso en el mundo de la composición ya que como herramienta puede facilitar la misma.

“Es interesante como los humanos nos comunicamos con lenguaje no verbal, por ejemplo, los latinos hacemos una señal con la boca para indicar la ubicación de algo, y las computadoras no tienen esa capacidad por lo que fue un reto simular esta comunicación y dar autonomía al programa para que decidiera de por si como iniciará y que cambios hacer, durante una pieza musical”, apostilla Óscar. 

HondurenoISLANDIA4El hondureño después de defender su trabajo de investigación con el que espera hacer un aporte a la cultura musical.

Vida en Islandia 

Como emigrante, aunque se radicó en ese país en condición regular, narra que su vida ha sido llena de retos y dificultades iniciando desde la barrera del idioma, así como las diferencias culturales y horarias

En ese orden, señala que lo más difícil a lo que ha tenido que adaptarse es al frío ya que el mismo dura la mayor parte del año y en los escasos tres meses de verano la temperatura más alta que se registra es de trece grados centígrados.

El clima islandés va precedido de la oscuridad del invierno. Allí la claridad solar es corta y casi solo aparece en el verano, a diferencia del radiante sol y el clima caluroso de los países del trópico.

“Esto es la parte que más me afecta, luego de venir de un país tropical como es Honduras donde tenemos sol la mayor parte del tiempo, ahora estoy más acostumbrado al clima de Islandia, pero no deja de ser una barrera”, expone el hondureño que obtuvo el título de ingeniero en informática en la universidad Ceutec de Tegucigalpa, capital de Honduras.

Añade que otra barrera ha sido el idioma ya que estudió inglés, que también se habla en la isla, pero, luego de una temporada, los locales utilizan el islandés, un idioma norgermánico derivado del noruego antiguo.

Mensaje a los emigrantes 

HondurenoISLANDIA2Aunque dice que cuenta con más seguridad y comodidad de la que podría tener en Honduras, recomienda a los hondureños no emigrar de forma irregular, como los hacen miles que salen en busca de mejores oportunidades. 

“No importa los desánimos, o si no contamos con ayuda del gobierno, siempre se puede avanzar y lograr lo que soñamos”, alude el hondureño. 

Al respecto, considera que una vida como indocumentado está llena de privaciones y dificultades.

No obstante, es del criterio que si existe una oportunidad se debe aprovechar por lo que instó a los hondureños que quieren salir del país a buscar sus oportunidades y hacerlo por la vía regular, es decir documentados.

“Siempre hay una oportunidad de hacer algo, las puertas nunca se cierran todas, los hondureños debemos salir y buscar las oportunidades”, concluye el catracho cuya tesis ya forma parte de los registros documentales de la Conferencia Internacional de Creatividad Computacional (ICCC).

Islandia 

HondurenoISLANDIA1Islandia es una isla de 103 mil km2, con una altitud media de unos 500 m sobre el nivel del mar, un poco más grande que Hungría y Portugal, y más pequeña que Cuba.

Su moneda es la corona islandesa y su idioma es el islandés, un idioma norgermánico derivado del noruego antiguo. Por lo general, se habla y se entiende el inglés.

La isla fue colonizada por gentes de ascendencia nórdica, en el siglo IX —la tradición sostiene que el primer colonizador fue el vikingo noruego Ingólfur Arnarson, quien estableció su hogar donde ahora se levanta la ciudad de Reykjavík. Los islandeses todavía hablan la lengua de los vikingos, aunque el islandés moderno ha sufrido cambios en la pronunciación y, por supuesto, en vocabulario.

En la actualidad Islandia posee una sociedad desarrollada y tecnológicamente avanzada, cuya cultura está basada en la herencia nórdica. La mayor parte de la población es de origen celta y escandinavo.

Pero entre los detalles de su invento, sus vivencias, su voluntad férrea y sus consejos a los emigrantes, lo fundamental de Oscar Alfonso Puerto Meléndez es su ejemplo y su testimonio de vida, que hace contrastar la fuerza de la juventud, el talento, la sensibilidad y su amor inalterable por su país, Honduras y su gente.

Presentación del hondureño en el Instituto Tecnológico de Georgia, Atlanta, EEUU: 

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