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Honduras y México relanzan estrategia en seguridad y acuerdan fortalecer comercio, turismo y migración

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Tegucigalpa – Los gobiernos de Honduras y México acordaron la tarde de este miércoles fortalecer los vínculos en materia de seguridad, comercio, turismo y migración, tras la visita a este país centroamericano del presidente azteca, Enrique Peña Nieto.
 

Uno de los acuerdos más destacados fue el relanzamiento del Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad (GANS) existente entre los dos países, con el objetivo de estrechar la cooperación en el combate a la delincuencia organizada transnacional; mediante estrategias comunes para hacer frente al fenómeno delictivo de manera integral en momentos en que el gobernante hondureño ha demandado mayor apoyo de los Estados Unidos.

El gobernante Peña Nieto arribó a Hondurasy fue recibido por su homólogo Juan Orlando Hernández Alvarado, con honores de ordenanza en la base aérea Enrique Soto Cano, en el sector de Palmerola, unos 75 kilómetros en el norte de Tegucigalpa, en el departamento central de Comayagua.

Luego de realizar actos protocolarios en esa zona colonial de Honduras, ambos gobernantes caminaron por las calles de Comayagua, donde Peña Nieto recibió las llavesde la ciudad a manos del alcalde Carlos Miranda.

El presidente azteca rompió varias veces el protocolo para acercarse a la gente que lo quería saludar, el fuerte dispositivo de seguridad no pudo evitar que los asistentes se tomaran una que otra fotografía con el primer ciudadano de México.

Al filo de las 4:30 de la tarde, Peña Nieto y Hernández Alvarado ofrecieron una conferencia de prensa en Caxa Real, uno de los sitios más emblemáticos de la antañona Comayagua con más de dos siglos de historia. Allí ambos dignatarios coincidieron en la necesidad de trabajar unidos en sectores como seguridad, inversiones, turismo, migración, entre otros.

Horas más tarde, los máximos representantes de los dos gobiernos firmaron la “Declaración de Comayagua”, en la que expresaron un profundo análisis del estado en que se encuentra la relación bilateral y de su enorme potencial de cara a los retos de un mundo globalizado.

En el documento reconocieron que ambos gobiernos comparten visiones similares sobre el modelo a instrumentar para alcanzar el desarrollo y bienestar de sus pueblos, que incluso coinciden en los mandatos de los dos países hasta el año 2018.

Tanto Hernández Alvarado como Peña Nieto expresaron su firme voluntad de construir juntos una Centroamérica desarrollada y en paz, partiendo de una Honduras y un México prósperos y seguros.

Acuerdos

Los acuerdos firmados entre ambas naciones se destacan: mantener encuentros y contactos frecuentes de alto nivel y reforzar los distintos mecanismos de diálogo y cooperación binacionales.

Además se acordó formular un Plan de Acción dentro de los siguientes tres meses con el propósito de promover un mayor encadenamiento productivo comercial y de inversiones, en el marco del Tratado de Libre Comercio Único entre México y Centroamérica, que redunde en la generación de empleos sustentables y de calidad, y en la consolidación de sociedades más incluyentes.

El presidente Peña Nieto declaró que “queremos tener mayor cooperación en otros ámbitos, mediante el intercambio de experiencias exitosas e intercambio comercial. México es el país con mayor inversión en Honduras y por ello la presencia hoy aquí de empresarios de mi país”.

Añadió que el desarrollo energético que México está impulsado puede servirle a Honduras para replicar algunas situaciones contenidas en la reforma en el sector eléctrico.

En el campo de la seguridad se convino relanzar el Grupo de Alto Nivel sobre Seguridad (GANS) existente entre los dos países, con el objetivo de estrechar la cooperación en el combate a la delincuencia organizada transnacional; mediante estrategias comunes para hacer frente al fenómeno delictivo de manera integral.

El dignatario del país del norte coincidió con su par hondureño en crear un frente común para hacerle frente al crimen organizado. Habló de compartir información y combatir la inseguridad que es gestada por organizaciones delincuenciales transnacionales.

Especial énfasis en el tema migratorio


El aspecto migratorio fue uno de los pilares en que se basó la “Declaración de Comayagua” y en la que se pactó intensificar las acciones entre ambos países para garantizar los derechos humanos de los migrantes y promover el desarrollo interno que mitigue los incentivos para migrar.

Para ello, se sumarán esfuerzos con las autoridades locales de ambos países, particularmente con los gobiernos estatales de México en donde se concentra el fenómeno migratorio.

El campo agropecuario se pactó fortalecer la agenda de cooperación técnica y científica bilateral, aprovechando las sinergias que se desarrollan en el sector agropecuario, uno de los de mayor interés para ambos países, además del cuidado del medio ambiente y el desarrollo social.

Potenciar el turismo mediante “El Mundo Maya”


El documento que selló el encuentro de ambos presidentes, incluyó instruir a los titulares de la cartera de turismo de ambos gobiernos a construir una agenda común que potencie ese sector, mediante el intercambio de buenas prácticas en el desarrollo de instituciones financieras para el análisis y promoción de proyectos turísticos.

También se mencionó el programa Pueblos Mágicos, que incluye el desarrollo de destinos coloniales y una estrategia regional para fortalecer el programa Mundo Maya, entre otros nichos de cooperación en este ámbito.

Finalmente, se concertó priorizar el desarrollo de proyectos de innovación para la calidad educativa e investigación en materia social, formación de recursos humanos a nivel técnico, de licenciatura y de posgrado, así como la formación de cuadros diplomáticos y colaboración académica en áreas de patrimonio cultural y museología.

Rumbo a Panamá

Tras la reunión de Comayagua, Peña Nieto y Hernández viajaron juntos en el avión mexicano a Panamá para asistir al IX Foro Económico Mundial para Latinoamérica que durante dos días se celebrará en ese país centroamericano.

Peña Nieto se convirtió en el cuarto presidente de México que visita Honduras desde 1968, cuando vino Gustavo Díaz Ordaz; en 1990 lo hizo Carlos Salinas de Gortari y en 2004 Vicente Fox.

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