La Cancillería hondureña explicó, en un comunicado, que el convenio permitirá «la coordinación de las acciones encaminadas a garantizar los derechos fundamentales de los hondureños» que transiten por México.
Ello se llevará a cabo «mediante la aplicación efectiva» de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares, añadió.
Además, señaló que ambos gobiernos trabajarán en el diseño, elaboración e implementación de capacitación sobre derechos humanos a servidores consulares, integrantes de organismos no gubernamentales y ciudadanos.
Otro aspecto del acuerdo es la implementación de «medidas conjuntas para el seguimiento e investigación de denuncias» sobre maltratos a los emigrantes hondureños en México, según la fuente.
También se coordinarán acciones con los consulados de Honduras en México y se realizarán inspecciones en centros penitenciarios y de detención migratoria en ese país con el fin de constatar el estado físico y psicológico de los hondureños recluidos.
Soberanes Fernández declaró a la prensa, tras la firma del convenio en la Cancillería hondureña, que en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México «tratamos igual a emigrantes mexicanos o emigrantes hondureños».
«Para nosotros son seres humanos, dotados de todos los derechos que consagra la Constitución» de México, subrayó.
Consideró que, además, «se debería de hacer un convenio multinacional entre Estados Unidos, México y los países centroamericanos a fin de regular un fenómeno que es económico; la migración es, antes que nada, un fenómeno económico y social, y como tal tiene que ser regulado».
Soberanes Fernández dijo coincidir con Custodio con respecto a que, dados los numerosos problemas que afrontan los emigrantes en su ruta hacia EEUU, «es más fácil que pasen las mercancías a que pasen las personas» por las fronteras, lo cual «es una incongruencia».
Refirió, asimismo, que «hemos estado haciendo gestiones, en primer lugar, para que la migración indocumentada no sea criminalizada en México y he estado dirigiéndome al Senado de México para que se derogue el delito de migración ilegal en nuestro país».
Sólo en enero de este año unos 5.000 hondureños fueron deportados de México y Estados Unidos, mientras que en 2007 totalizaron unos 70.000, según fuentes oficiales.