Tegucigalpa – Mientras Honduras entra a su tercera semana de confinamiento y la mayoría de las actividades están paralizadas, debido al decreto de emergencia emitido por el gobierno en el cual ordenó el toque de queda para contener la propagación de la pandemia del coronavirus, diversos sectores comienzan a interrogarse lo que le espera al país social y económicamente cuando se restablezcan las actividades.
– Observadores abogan por la creación de un Consejo de Recuperación que reúna a las mentes más brillantes de todos los sectores académicos, económicos, políticos y sociales, con mandatos claros y compromiso de país.
Carlos UmañaEl país se aproxima, oficialmente, a los 300 casos de COVID-19, como se denomina a la enfermedad del coronavirus, con más de una veintena de muertos, pero desde ya los expertos señalan que todavía no se alcanza el pico de transmisiones, que algunos estiman tardará dos semanas más debido al comportamiento de la población que mantiene concentraciones en las actividades de compras como, ocurrió el pasado viernes en Tegucigalpa y otras ciudades del país.
El próximo fin de semana vence la extensión del periodo de emergencia decretada por el gobierno, a través de la Secretaría de Seguridad, y existe incertidumbre si la misma se prorrogará una semana más o dos, como recomiendan los expertos sanitarios y esperan algunos líderes empresariales.
El doctor Carlos Umaña, presidente de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) en San Pedro Sula, pidió a las autoridades prolongar por 15 días más el toque de queda y reclamó endurecer las medidas de confinamiento.
Juan Carlos SikaffyEl presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Juan Carlos Sikaffy, también prevé que el toque de queda durará hasta finales de abril.
En una declaración Sikaffy dijo que la crisis “va para largo, no saldremos antes del 30 de abril” e incluso manifestó que cree que la cuarentena se extenderá a dicha fecha, lo que implicaría una paralización de 45 días para el aparato productivo nacional.
Crisis de alimentos
Marco Tulio MedinaPara expertos en temas sanitarios como el investigador Marco Tulio Medina de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), la crisis del COVID-19 provocará hambruna en la población, por lo que alertó al gobierno de establecer mecanismos de ayuda proporcionando los mismos a la población confinada.
La seguridad alimentaria es crucial. El gobierno ya atiende a miles de familias en las zonas más afectadas de Honduras, pero la necesidad y la desesperación de la gente hace que los reclamos no cesen, mientras las medidas de gobiernos locales de cerrar sus fronteras comunitarias para blindarse de la llegada del Covid 19, interrumpen la cadena de suministros de los productos del agro.
Por su lado el Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) advirtió que se debe tener cuidado de reducir al mínimo las repercusiones en el “suministro de alimentos” a medida que la pandemia avanza.
La FAO, junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), emitieron un comunicado donde señalan sus preocupaciones sobre temas alimentarios, de comercio y salud.
“La incertidumbre sobre la disponibilidad de alimentos puede desencadenar una ola de restricciones a las exportaciones, generando escasez en el mercado mundial”, destaca el comunicado de las tres agencias de las Naciones Unidas.
Honduras es un importador neto de alimentos de Estados Unidos y Guatemala, pero a la vez exportador de frijoles y otros bienes alimenticios.
De hecho el gobierno, a través de la Secretaría de Desarrollo Económico (SDE), prohibió ya la exportación de frijol para evitar un desabastecimiento durante la emergencia sanitaria.
La SDE señaló que la prohibición estará vigente “hasta que se normalicen las situaciones de oferta nacional de frijol rojo y se garantice el abastecimiento interno” y pidió a la Policía Nacional vigilar que el grano no salga de forma ilegal del país.
Transparencia
Asimismo, la inversión de millonarios recursos en atender la emergencia demanda de transparencia y una permanente rendición de cuentas en un país donde la percepción de corrupción es alta.
Sectores de sociedad civil exigen claridad en las compras y que los decretos que se emitan correspondan a las necesidades urgentes y vitales y no vayan más allá de ello.
Rocío TáboraEl presupuesto que ha destinado el Estado hondureño para atender la emergencia anda por tres mil 804 millones de lempiras, de acuerdo con un informe ofrecido por la ministra de Finanzas, Rocío Tábora, quien destacó que ya se ejecutaron dos mil 195.9 millones de lempiras, el cual fue publicado en la página web de la institución.
Mientras estas medidas son anunciadas, los médicos, las enfermeras y toda la cadena de trabajadores de la salud siguen clamando por insumos para atender a los pacientes y protegerse con equipo de bioseguridad que les permita continuar de pie ante una pandemia que ya coloca a Honduras con una de las tasas de mortalidad más altas a nivel planetario.
El Congreso Nacional autorizó al Ejecutivo dos mil 500 millones de dólares ya sea en deuda o restructuración de presupuesto para combatir la pandemia e iniciar la recuperación económica del país.
Empleos
Igualmente, cuando la emergencia pase y el gobierno decida el regreso a actividades, miles de trabajadores se encontrarán con que sus puestos de trabajo ya no existen o estarán suspendidos por cuatro meses.
Las medidas de alivio decretadas por el gobierno solo benefician al sector de la micro, pequeña y mediana empresa (Mipyme), pero quedaron excluidos el sector informal y las grandes compañías.
Incluso en periodo de cuarentena ya miles de trabajadores han sido notificados de la suspensión de actividades, especialmente en el sector de la maquila y los call center, sectores que operan en la zona norte del país.
Los trabajadores recibieron notificaciones de suspensiones por 120 días en ambos rubros, aduciendo perdida de contratos y otras acciones.
Como actúan las grandes economías
En las principales economías del mundo se están estableciendo los parámetros en cuanto caerá la economía y la destrucción de empleos y desde ya se toman medidas de política económica para estimular la reactivación del aparato productivo y la recuperación de los puestos de trabajo.
En Estados Unidos se estima se perderán más de 10 millones de puestos de trabajo, similar a la recesión del 2008, el producto interior bruto (PIB) caerá, para lo cual han destinado tres billones (trillones) de dólares para hacer frente a la crisis provocada por el coronavirus.
Europa también estima que se perderán millones de puestos de trabajo y todas las economías registrarán caídas, por lo que desde ya adoptan medidas que destinarán miles de millones de euros.
China y Japón, los otros gigantes de la economía mundial también tienen cuadros similares a Estados Unidos y Europa.
Consejo de recuperación
Ante este panorama, sectores proponen que Honduras instale un Consejo de Recuperación Económica, conformado por representantes de todos los sectores y las mentes más brillantes, que permita delinear las políticas y acciones que saquen al país de la crisis profunda en que quedará.
Señalan que dicho Consejo debe contar con suficientes competencias, de manera que no sea únicamente un grupo definidor de políticas y medidas, sino que pueda ejecutarlas, a fin de que el país salga lo más rápido de la crisis y permita recuperar el aparato productivo y los empleos.
Los integrantes deben conocer profundamente de economía, políticas públicas, aspectos sanitarios y sociales, a fin de que colaboren con el gobierno en las tareas de recuperación del país.
Aunque se han ofrecido recursos de asistencia al país, los observadores destacan que la competencia por lograr otros fondos será dura, ya que en esta ocasión la crisis golpeó a la casi totalidad de las naciones y los países que usualmente ofrecen asistencia, también tienen que cargar con sus propias necesidades.
Gobernabilidad
Otro aspecto para cuidar por el Consejo es la gobernabilidad del país, ya que la crisis generará mayores problemas, lo que pone en riesgo la estabilidad del país.
Tras cerca de un mes sin que casi dos millones de personas que laboran en la economía informal hayan tenido acceso a sus fuentes de ingresos, la situación social de la nación será más complicada.
