Tegucigalpa – En Honduras las tendencias electorales no han mostrado variación ya que el Tribunal Supremo Electoral (TSE), no han ofrecido un nuevo reporte, tras un único informe presentado en la madrugada de este lunes.
Pero mientras las autoridades y los políticos están pendientes del conteo de las urnas escrutadas, los ciudadanos han retomado sus actividades rutinarias.
Una buena parte de ellos, los burócratas que conforman una de las masas laborales numéricamente más altas en Tegucigalpa, la capital, gozan de asueto y aprovechan el día para hacer actividades personales.
¿Cómo califica el papel del Tribunal Supremo Electoral durante la transmisión de resultados electorales?
— Proceso Digital (@ProcesoDigital) 27 de noviembre de 2017
En tanto los empleados de comercios, bancos y otras empresas de servicio, han retomado su rutina y operan con regularidad.
Al filo del mediodía no hay mayores reportes que reflejen tendencias oficiales distintas a las primeras en la que se da, oficialmente, a Salvador Nasralla, el candidato de las Alianza Opositora, una ventaja en los principales centros urbanos del país.
En el centro de la capital varias personas viven su vida normal.Esa ventaja, de acuerdo con el cómputo del Tribunal Supremo Electoral, TSE, indica cinco puntos en favor de Nasralla, por encima de su principal contendiente el nacionalista Juan Orlando Hernández.
Los votos computados son por lo menos 50 por ciento del total de electores activos.
En tanto, las tendencias que manejan los principales corporativos mediáticos indican que los votos de las áreas rurales del país pueden acortar las distancias y hasta revertirlas.
El magistrado suplente del TSE, Marco Ramiro Lobo, dijo que nuevos resultados, que no detalló, hacen que las cifras muestren el mismo comportamiento.
Tanto nacionalistas como liberales, han llamado a sus bases a defender lo que tanto Hernández como Nasralla consideran su triunfo.
Dirigentes de ambas fuerzas políticas han indicado que irán a las calles si es necesario para hacer valer lo que ellos consideran su derecho.
Ese llamado, enciende las alarmas de la ciudadanía, que apenas empieza a superar las secuelas que marcó la crisis política de 2009 que dejó fuera del poder al entonces presidente Manuel Zelaya Rosales.
Mientras tanto, los resultados que emanan del TSE se vuelven cada vez menos ágiles en su divulgación y hacen que la claridad no termine de alumbrar el proceso electoral hondureño.
