Honduras, un paso para refugiados del mundo también vive su drama migratorio

Tegucigalpa La violencia sigue marcando la creciente migración obligada en el mundo. Honduras no escapa a esta realidad y el desplazamiento forzado de poblaciones en este país aumenta sistemáticamente ha alertado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). 

 

Atrás queda la Honduras que en la década de los 80 recibió, generosa y solidaria, a miles de refugiados de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, víctimas de las guerras intestinas. Entonces los campos de refugiados se extendían a lo largo de las fronteras, en un período de inestabilidad política regional.

 

Pero el paso de migrantes o la estadía de refugiados, siguen marcando este país por el cual desfilan miles de ciudadanos del mundo que marchan desde África, Asia, Europa y diferentes países de América Latina en busca de una oportunidad digna para vivir. Casi todos huyen de la violencia y de la inequidad.

 

Honduras paso de sirios, africanos, americanos…

Sirios-en-HondurasRecién a finales del año anterior, autoridades hondureñas informaban del ingreso al territorio nacional decinco sirios que usaban pasaportes griegos aparentemente falsos y tenían como destino final los Estados Unidos. A su salida de Siria, ellos recorrieron el Líbano, Turquía, Brasil, Argentina y Costa Rica, antes de llegar a Honduras.

Informes oficiales indican que solo en 2015, hasta noviembre, en Honduras se interceptaron 12,608 extranjeros que ingresaron irregularmente al país, la mayoría en su intento de llegar a tierras del “tío Sam”.

Ciudadanos de Somalia, Ghana, Irán, Etiopía, Senegal, Camerún, Guinea, Sri Lanka, Eritrea, Togo, Bangladesh, Pakistán y Nepal, así como de sudamericanos cruzan tierras catrachas, algunos deciden permanecer en ellas.

Para el caso, hace apenas unos días, en la zona sur de Honduras, las autoridades reportaron que fueron detenidos cuando ingresaron sin documentos al país. Ellos han sido acogidos temporalmente.

Cifras dramáticas

Pero de igual forma, los hondureños también dejan su tierra y buscan dejar a tras la violencia de que son víctimas por parte de grupos criminales organizados o de pandillas.

Su ruta es hacia el norte y tras cruzar Guatemala, donde los peligros son grandes, llegan a México para encontrarse con una especie de muro de contención que este 2016 se ha endurecido y que les dificulta mayormente su llegada a los Estados Unidos.  

Las cifras demuestran que en lo que va del año las deportaciones de hondureños desde México superan por mucho a las que ocurren desde los Estados Unidos.

A mediados de 2016 los reportes de ACNUR reflejan dramáticas cifras de refugiados y ante esa realidad, la agencia de Naciones Unidos ha instado a las autoridades hondureñas a abordar las causas de este problema y proteger los derechos de estas personas.

“El número de solicitudes de la condición de refugiado de los hondureños que huyen a los países vecinos, como México, Costa Rica, Belice, Panamá, Nicaragua y Guatemala, en busca de protección internacional se ha triplicado entre el 2013 y el 2015, una tendencia que ha continuado durante los primeros meses del 2016”, indica ACNUR en un comunicado. 

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En el primer trimestre del 2016, más de 2,300 hondureños solicitaron “la condición de refugiado” en países de Norte y Centroamérica, señaló la agencia de la ONU.

Mientras en el 2015, más de 16,400 hondureños presentaron una solicitud de refugio, es decir, “cuatro veces” más el número de solicitudes registras en el 2013 y “casi el doble” de las del 2014, aunque no precisa datos de esos dos años.

ACNUR enfatizó que el número de personas que huyen de la violencia que azota a Honduras ha “ido en constante aumento” desde diciembre del 2015, y señala que en marzo pasado registraron “desplazamientos colectivos y simultáneos” en San Pedro Sula y Tegucigalpa, las dos principales ciudades del país centroamericano.

En marzo también, según ACNUR, al menos 360 familias que vivían en una barriada de la capital hondureña se “han visto desplazados forzadamente en el interior del país”.

Muchos de los hondureños huyen de “la violencia urbana alimentada por la guerra entre pandillas o maras, la extorsión generalizada, las amenazas, el reclutamiento forzado, la violencia sexual y la inseguridad generalizada”, añadió.

Los defensores de derechos humanos, indígenas y campesinos involucrados en conflictos agrarios también son “forzados a desplazarse debido a la persecución, amenazas, intimidaciones y muerte de miembros de la comunidad”, precisó ACNUR.

Destacó, además, que los miembros de la comunidad lésbica, gay, bisexual, transgénero e intersexual (LGBTI) siguen siendo víctimas de amenazas, ataques y homicidios por su exclusión social.

Defensor del pueblo: El desplazamiento, problema estructural

roberto-Herrera-caceresEn tanto el titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos en Honduras (CONADEH), Roberto Herrera Cáceres, ha manifestado a periodistas que el desplazamiento forzado es un “problema estructural” el cual se solucionará si el Estado atiende las causas por las cuales miles de familias hondureñas abandonan sus lugares de origen para refugiarse ya sea a nivel interno o fuera del país”.

Informes del CONADEH indican que,  internamente hay unas 41 mil familias que se trasladan de una aldea a su municipio de origen, aunque se da más de personas que se van de un municipio a otro o de un departamento a otro, porque las condiciones para salvaguardar sus vidas no son las adecuadas.

El Ombudsman hondureño sostuvo que las causas de los desplazamientos internos son principalmente problemas de violencia, delincuencia, por amenazas de grupos a familias para que les entreguen sus propiedades, por la presión de grupos de pandillas o maras que quieren atrapar a niños y jóvenes, y la pobreza, pero esta última que se ha dado por décadas.

La voz del Papa Francisco:“encontrar, acoger y escuchar”

El-papa-franciscoDe su lado y en la víspera del día internacional del refugiado, el papa Francisco invitó a “encontrar, acoger y escuchar” a los refugiados, en un mensaje tras el rezo del Ángelus que como cada domingo pronuncia desde la ventana del palacio apostólico en la Plaza de San Pedro.

Francisco recordó que este lunes se celebra la Día Mundial del Refugiado promovido por Naciones Unidas y con el lema: “Estamos con los refugiados” y afirmó que “son personas como todas a las que la guerra ha arrebatado la casa, el trabajo, los familiares y amigos”.

“Sus historias y rostros nos invitan a renovar el compromiso de construir paz y Justicia”, instó.

Y por ello, agrego, “queremos estar con ellos: encontrarles, acogerles, escucharles y convertirnos con ellos en artesanos de paz según la voluntad de Dios”.

El pontífice se ha mostrado muy sensible ante la crisis de refugiados en Europa y ha llegado a calificarla como la “peor catástrofe humanitaria desde la II Guerra Mundial”.

Además de sus visitas a dos lugares símbolos del drama de la inmigración a Europa como las islas de Lampedusa, en Italia, y de Lesbos, en Grecia, Francisco también ha realizado gestos más concretos como alojar a familias sirias en el Vaticano.

Asimismo, este viernes nueve sirios, entre ellos dos cristianos, que se encontraban en Lesbos llegaron a Roma por iniciativa del papa.

Este grupo de refugiados se suma a los doce que viajaron con el pontífice tras su visita el pasado 16 de abril a Lesbos y de cuyo alojamiento y programa de integración se ocupa la asociación humanitaria católica Comunidad de San Egidio.

De tal suerte que Honduras sigue marcando el camino de quienes buscan refugio así como el de parte de sus hijos que desean  espacios alejados de la violencia e inseguridad.

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