Tegucigalpa – Tras una investigación de más de 10 años, el Ministerio Público (MP) recuperó más de un millar de piezas que fueron saqueadas del patrimonio cultural y arqueológico, algunas de característica religiosa, informaron autoridades del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH).
-Más de mil piezas habían sido saqueadas y se encontraban la mayoría en el extranjero, pero tras una década de investigación se lograron recuperar.
-Representantes del IHAH indicaron que el tráfico del patrimonio cultural es el tercer flagelo que afecta a la humanidad, superado solamente por el tráfico de armas y el de drogas.
Esta semana, la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultural, hizo la entrega de 50 de las 1,008 piezas recuperadas y, que están en poder del Estado de Honduras, donde 17 de ellas pertenecen a la Iglesia Católica.
La entrega se llevó a cabo en un salón del Museo Histórico de la República, que funciona en la antigua Casa Presidencial, situada en el centro de la capital hondureña, donde la titular de la Fiscalía Especial de Etnias y Patrimonio Cultural, Jany del Cid entregó al gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia, Héctor Portillo, parte de las piezas recuperadas.
Fuerte golpe
El portavoz del Ministerio Público, Carlos Morazán, calificó la operación como un golpe fuerte a las redes criminales, dedicadas al saqueo del patrimonio cultural del país, al tiempo que destacó que al menos 200 piezas fueron recuperadas en Ohio, Estados Unidos, con apoyo de la Policía Internacional (Interpol).
Según indicó a Proceso Digital un investigador cercano unas 18 personas fueron enjuiciadas y procesadas por este delito, además se recibieron más de 800 denuncias y se remitieron al menos 300 casos en los tribunales de justicia.
Apuntó que ese delito sigue siendo un negocio atractivo para las redes criminales, por lo que las investigaciones siguen abiertas, pero evitó entrar en detalles, para no alertar a quienes se dedican al saqueo y tráfico de piezas que tienen que ver con el patrimonio, por lo que advirtió, sin precisar cuándo, que se presentarán nuevos requerimientos fiscales.
Según indagaciones hechas por la Fiscalía, las redes criminales, luego de realizar vigilancia en museos e iglesias del país, ejecutaron asaltos, para después traficar los tesoros arqueológicos y culturales, tanto en el país como en el exterior. “Son bandas que tienen suficiente habilidad para robar, como para evadir la justicia”, acotó Morazán.
Por ejemplo, en un negocio en Estados Unidos, donde se vendían suvenires, se hacía creer que se comercializaban artesanías y réplicas de figuras religiosas, pero tras investigaciones coordinadas con autoridades policiales internacionales, dieron como resultado el descubrimiento del tráfico de valiosas piezas, que eran originales, explicó.
El patrimonio cultural de Honduras, además tiene que ver con inmuebles antiguos situados en distintas comunidades del país; por ese irrespeto, la Fiscalía tiene procesados al menos a dos alcaldes (Yuscarán y San Antonio de Flores) a los que se señalan que realizarán el respectivo procedimiento para remodelar un edificio, que es considerado patrimonio. También hay requerimientos fiscales contra las alcaldías Choluteca y La Lima.
Momento histórico y valioso
Por su parte, el representante de la Iglesia Católica, padre Tony Salinas, en conversación con Proceso Digital, consideró que es importante que después de tanto tiempo se puedan exhibir las piezas que tienen que ver con el arte religioso, para que se puedan exponer obras relacionadas con la fe. “Este es un momento histórico y valioso para nosotros”.
El sacerdote recordó que de los 298 municipios del país, solo cuatro de ellos no tienen patrimonio cultural religioso y destacó que en el siglo 21 es cuando más la Iglesia Católica, ha venido siendo objeto de saqueos, pero se están haciendo esfuerzos para detener ese ilícito porque ahora se tiene mejor vigilancia en los templos.
En ese sentido, demandó que “el patrimonio tenemos que cuidarlo y preservarlo, porque es parte de nuestra idiosincrasia, del pasado, presente y del mañana, es nuestra responsabilidad resguardarlo, necesitamos tomar conciencia de lo que representan estas piezas únicas y exclusivas, concluyó el padre Salinas, párroco de la iglesia de Ojojona, Francisco Morazán.
Una oportunidad
De su parte, el gerente del Instituto Hondureño de Antropología e Historia (IHAH) Héctor Portillo, aplaudió las acciones de las autoridades hondureñas e internacionales para atacar a bandas delictivas y recuperar parte del patrimonio del país. “Sabemos lo difícil que es poder concluir una investigación de esta magnitud porque requiere muchos años de trabajo”, refirió.
Portillo ve como una oportunidad, poder dar paso a las labores de conservación y a la divulgación de este patrimonio, ya que es un derecho de todos los hondureños, en general poderlo conocer y “es impresionante, ver cómo se ha podido recuperar el arte y el patrimonio saqueado por criminales”.
Agregó que siempre que haya un comprador, habrá un traficante de objetos patrimoniales, entonces se tiene el problema de que se siguen dando acuerdos al margen de la ley, las personas siguen traficando a sabiendas que es un ilícito que le causa grandes daños al país.
Período prehispánico
Entretanto, el jefe de la Unidad de Registro y Control del IHAH, Omar Talavera, detalló que en las piezas se pueden apreciar objetos que pertenecen al periodo prehispánico, colonial y republicano.
Explicó que de algunas piezas no se puede determinar con exactitud la fecha y cultura a la que pertenecen. Estimó que es necesario hacer una investigación científica al respecto pues su identificación es difícil obtener, porque son objetos que fueron saqueados y se desconoce de dónde proceden, pues se da el caso que la mayoría de ellos no fueron inventariados.
Agregó que tampoco se puede determinar a cuánto ascendería el daño patrimonial al Estado en términos económicos, lo que sí se puede afirmar es que una pieza antigua, ya sea cultural o religiosa, se cotiza a valores muy altos, tanto en el país como en el extranjero.
Entre los objetos recuperados figuran ollas globulares, cuencos polícromos, figurillas zoomorfas, antropomorfas, vasijas y cuentas malacates, entre otros.
Además, piezas de carácter religioso, una corona decorada con motivos vegetales, dos junquillos o coronas de espinas, imágenes de San Antonio con un niño en brazos y de San Martín de Porres, y un Cristo esculpido en madera con pelo y barba labrados y ojos de vidrio, adornado con un resplandor con decoración vegetal y pedrería, entre otras.
El funcionario del IHAH, indicó que entre las tareas pendientes se encuentra la recuperación del pequeño pectoral de jade perteneciente a la cultura maya, que fue extraviado cuando era trasladado, por motivo de préstamo, en 1999 al Colegio San Ildefonso, en la Ciudad de México.
Tras ese percance, autoridades de México, aportaron 100 mil dólares por concepto de un seguro por la estatuilla, que a la fecha se sigue esperando como parte del patrimonio cultural.