Euraque dijo a Acan-Efe en Tegucigalpa que se trata de dos mandíbulas de dos personajes mayas que vivieron en el sector de Copán, en el occidente de Honduras, según estudios del doctor Raphael Panhuysen, de la Facultad de Arqueología de la Universidad de Leiden, en Holanda.
Agregó que las mandíbulas llegaron de manera anónima a la embajada de Honduras en Holanda, quizá por parte de algún coleccionista que consideró que lo mejor que podía hacer era entregar las piezas al país de origen.
Euraque y Rosales señalaron que no hay más detalles sobre cómo llegaron las mandíbulas a Holanda, ni de la persona que las entregó en la embajada de Honduras en el país europeo a mediados de este año.
La legación diplomática hondureña en Holanda agilizó el traslado a Tegucigalpa de las dos piezas arqueológicas a través de la Secretaría de Relaciones, para que las entregara al museo del IHAH, para su custodia permanente.
Algunos dientes de las dos mandíbulas están adornados con incrustaciones de jade y pirita de hierro, algo que solamente se daba entre altos personajes de la civilización maya, que vivió entre los años 800 antes y 900 después de Cristo.
Después de ser recibidas las dos quijadas en la embajada hondureña en Holanda, el gobierno de este país solicitó que éstas fueran examinadas en la Universidad de Leiden para determinar su procedencia y documentar la decoración dental, según informó la secretaría hondureña de Relaciones Exteriores.
El informe añade que el estudio de las piezas fue determinado mediante el análisis de isótopos de estroncio, que indicó que la proporción de estroncio en el esmalte dental es similar al valor encontrado en el agua del río Copán, en Honduras.
Los exámenes determinaron que la procedencia de los individuos a quienes pertenecieron las dos mandíbulas es lo que ahora se conoce como Copán Ruinas, el sitio arqueológico maya más importante de Honduras, departamento de Copán, limítrofe con Guatemala.
El pasado día 13 las autoridades hondureñas también recuperaron 80 piezas arqueológicas mayas que estaban ilegalmente en manos de personas particulares, según informó la fiscal de Etnias y Patrimonio Cultural del Ministerio Público, Jany del Cid.
Las piezas consisten en vasijas y otros objetos, algunos de ellos antropomorfos, correspondientes al período clásico tardío de los mayas que habitaron el oeste de Honduras, que según los expertos transcurrió entre los años 600 y 900 después de Cristo.