Por instrucciones del Presidente Porfirio Lobo Sosa, quien giró las instrucciones de ratificación a la embajadora Flores, mediante un poder que hace referencia a la aprobación de la Convención por parte del Congreso Nacional, a través del decreto legislativo 135-2011 del 24 de agosto de 2011. Posteriormente, el decreto en mención fue publicado en el diario oficial La Gaceta, el 2 de diciembre de 2011.
La citada Convención es el resultado del proceso de Oslo, un proceso diplomático que incluía a los Estados, a la sociedad civil, al Comité Internacional de la Cruz Roja y a las Naciones Unidas. Como complemento al progreso logrado en las Conferencias de Lima (2007), Viena (2007) y Wellington (2008), 107 Estados Participantes acordaron en mayo de 2008 aprobar el texto en la Conferencia de Dublín, sobre Municiones en Racimo.
La Convención prohíbe todo uso, almacenamiento, producción y transferencia de municiones en racimo. También ofrece también asistencia a las víctimas, limpieza de áreas contaminadas y destrucción de reservas, e incluye medidas de transparencia y orientación para hacer frente al cumplimiento de los procedimientos.
La Convención quedó abierta a la firma en la Conferencia para la firma en Oslo el 3 de diciembre de 2008, para luego entrar en vigor el 1 de agosto de 2010, 6 meses después de su ratificación por 30 Estados partes.