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Honduras mantiene un escenario de profundización en la polarización política

Tegucigalpa – En su más reciente análisis de coyuntura político-electoral correspondiente al mes de mayo, el director de Estrategia y Desarrollo, Héctor Soto, advierte sobre un escenario hondureño caracterizado por la profundización de la polarización política, la exclusión de partidos emergentes, y un preocupante clima de desconfianza ciudadana en el sistema electoral.

Según el informe, durante mayo se consolidaron dos bloques claramente definidos: el oficialismo, liderado por el partido Libertad y Refundación (Libre) y el Gobierno, y la oposición, integrada por el Partido Nacional, el Partido Liberal, el sector financiero y los principales medios de comunicación.

Esta configuración política se produce en un contexto de creciente tensión por el llamado “Caso Koriun”, el posible impuesto a las remesas y una narrativa de deslegitimación institucional.

Erosión política y económica: lo más probable

El análisis plantea que el escenario más probable hacia el próximo ciclo electoral será uno de “erosión electoral y económica”, alimentado por la crítica social creciente, una participación ciudadana incierta y una evidente polarización geográfica, con focos de desestabilización política en Cortés, Francisco Morazán, Choluteca y comunidades migrantes.

Temas clave de la coyuntura

Entre los puntos más relevantes del análisis se destaca el escándalo de Koriun Inversiones, que debilitó la percepción de control institucional por parte del oficialismo y fue instrumentalizado por la oposición como símbolo de ineficiencia y opacidad.

El posible impuesto a las remesas generó un fuerte rechazo ciudadano. Aunque el tema no es de control directo del Gobierno, la oposición logró colocarlo en la narrativa pública como una responsabilidad del oficialismo, convirtiéndolo en un tema electoral de alto impacto.

En el campo legislativo, la Ley de Justicia Tributaria se convirtió en otro eje de controversia. Aunque el oficialismo la utilizó para fortalecer su discurso redistributivo, su estancamiento en el Congreso activó la presión de grupos económicos y dividió la opinión pública.

Por su parte, las convenciones partidarias de mayo, tanto en el oficialismo como en la oposición, consolidaron liderazgos y clarificaron candidaturas, lo que fue interpretado como una señal de preparación electoral entre los partidos tradicionales.

Otro hecho de peso fue la eliminación de partidos emergentes, lo cual estrechó aún más el sistema político, eliminó el centro ideológico, y garantizó que las diputaciones seguirán concentradas en los tres partidos principales, alimentando la polarización.

El CNE entre la estabilidad y la duda

El estudio también destaca que la convocatoria a elecciones generales y la presentación del cronograma electoral fueron de los pocos elementos positivos para la institucionalidad. Ambos generaron una sensación de orden, redujeron los rumores sobre una posible cancelación de los comicios y reforzaron la estabilidad del proceso electoral.

Sin embargo, persiste la desconfianza hacia el CNE, especialmente en los sectores donde las tensiones políticas y sociales han escalado, como Cortés y el Distrito Central.

Economía y comunicación: el talón de Aquiles del oficialismo

De acuerdo con Soto, el oficialismo mostró debilidades marcadas en su manejo comunicacional, especialmente en temas económicos. Las propuestas y medidas fueron vistas como complejas, generadoras de incertidumbre y pánico, lo que elevó las expectativas ciudadanas de respuestas más rápidas y eficaces.

No obstante, el oficialismo sí logró sortear con relativo éxito las amenazas en el terreno político, gracias a su presencia obligada en medios y redes sociales, así como a su capacidad de movilizar una red de actores que defienden sus logros.

Oposición fortalecida en el relato dominante

La oposición, en cambio, capitalizó la agenda económico-electoral, aprovechando la crisis de confianza y la narrativa de caos para fortalecer su discurso. El estudio señala que, aunque sus posturas no siempre se alinean con los sentimientos ciudadanos, han logrado imponer su relato en el espacio público, especialmente entre el creciente sector del voto independiente, que se perfila como un actor clave en el proceso electoral.

“El voto independiente está en disputa y será determinante. Es allí donde se concentra ahora la verdadera batalla política”, concluye el análisis.

El informe de Estrategia y Desarrollo deja claro que, de cara a las elecciones generales de noviembre en Honduras se adentra en una coyuntura volátil, con instituciones debilitadas, partidos grandes más fortalecidos, y una ciudadanía cada vez más crítica y desconfiada. LB

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