Tegucigalpa – Honduras fue aprobada en el ensayo clínico Solidaridad de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre tratamientos contra el COVID-19, enfermedad que ha causado la muerte de casi medio centenar de personas y más de 400 contagiados en el país desde marzo, informó este viernes una fuente oficial.
«Este proyecto tan importante puede encontrar la luz para reducir la alta mortalidad que esta enfermedad está produciendo entre hondureños, en la región y a nivel mundial», dijo a Efe en Tegucigalpa el científico Marco Tulio Medina, uno de los profesionales hondureños involucrado en la actividad.
Cuatro medicamentos
Medina indicó que la coordinadora del ensayo clínico de la OMS, Ana María Henao Restrepo, señaló al grupo de investigadores de Honduras que este país es el primero en Centroamérica que estaría comenzando a utilizar cuatro medicamentos para sus pacientes de COVID-19.
Esos medicamentos, que ya están siendo evaluados en cinco hospitales de Honduras, son: remdesivir, cloroquina, lopinavir o lopinvir e interferon.
«Hay reportes internacionales que indican que el remdesivir puede ser un medicamento altamente prometedor, como previamente también lo había sido la hidroxiclroquina y la cloroquina», subrayó Medina .
Dentro del grupo de investigadores nacionales participan intensivistas, internistas, infectólogos y neumólogos, dirigidos por la Secretaría de Salud Pública, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras y el propio Medina, con la asesoría del reconocido científico hondureño Salvador Moncada, quien reside en Londres.
Medina señaló que el pasado miércoles se celebró una teleconferencia con personal del Proyecto Solidaridad de la OMS para evaluar tratamientos en relación a personas con casos graves de COVID-19.
Los dos responsables de llevar a cabo el proyecto en Honduras son el viceministro de Salud, Nery Cerrato, y Medina, como coordinador científico.
Centroamérica debería unirse a iniciativa
«Es importante resaltar que este estudio ha sido aprobado con los más altos estándares bioéticos del Comité de Ética de Enfermedades Infecciosas y Zoonóticas de la Escuela de Microbiología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras», indicó Medina.
En su opinión, el ejemplo de Honduras debería también motivar al resto de los países de Centroamérica a unirse a la iniciativa, que «nos va a permitir encontrar respuesta científica de cuáles son los mejores tratamientos a utilizar para esta condición».
«En el caso de Honduras, gravemente está produciendo la más alta mortalidad porcentual o de letalidad en América Latina. En este momento representa el 9 % de letalidad, muy superior a lo que está ocurriendo también en otros países de Centroamérica», enfatizó.
Añadió que se trata de encontrar un tratamiento que pueda reducir esa mortalidad y que los casos de COVID-19 empeoren, al tener la evidencia científica de cuál es el mejor tratamiento a seguir.
El ensayo clínico Solidaridad ha sido implementado en Argentina, Canadá, España, Francia, Irán, Noruega, Sudáfrica, Suiza y Tailandia.
Los resultados dependerán mucho de las investigaciones, de evaluar cuál es el mejor tratamiento; entre más grande es la muestra, más rápido se alcanza la respuesta, porque se establecen datos estadísticamente significativos de cuál es el mejor tratamiento a seguir para reducir la mortalidad y también de la estadía hospitalaria, dijo el científico hondureño.
Honduras tiene algunos de los medicamentos indicados, pero está pidiendo tenerlos todos, porque en base a la proyección que se tiene, no podría brindar una cobertura completa si a los hospitales llega un número importante de gente.
Medina señaló que la doctora Henao Restrepo ha dicho que si en Honduras se dispone de cloroquina o lopinavir, cualquier médico puede utilizarlos, dentro del protocolo.
Los medicamentos solamente pueden ser administrados en el contexto del estudio.
En el caso de Honduras, se ha cumplido con la parte ética, bioética, la aprobación del Gobierno, de los médicos y de la infraestructura hondureña, mientras que la OMS enviaría los medicamentos, expresó Medina.