Tegucigalpa – Donald Trump asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos el 20 de enero de 2025, tras vencer a Kamala Harris en las elecciones de noviembre de 2024, 60 días o menos bastaron para que Honduras pasara de la amenaza a la colaboración en las políticas migratorias del republicano.
-Honduras ahora es un importante socio de Estados Unidos en la deportación de migrantes venezolanos, incluidos miembros del Tren de Aragua que se envían a la cárcel de El Salvador.
El 01 de enero la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en cadena nacional de radio y televisión amenazó con retirar la base militar estadounidense ubicada en Palmerola.
Menos de dos meses pasaron para revertir esta denuncia, cambiar el discurso, dar un viraje en las políticas migratorias y relajar el tono amenazante para pasar a ser colaborador.
Ahora, Honduras, aliado de Estados Unidos para deportar a migrantes venezolanos, es un colaborador más en la política migratoria de Donald Trump, quien insiste en deportar masivamente a migrantes irregulares desde Estados Unidos.
Un mes había pasado, exactamente el 20 de febrero el Gobierno de Honduras a través de la Secretaría de Estado en los Despachos de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional y la Secretaría de Defensa de la República informó que a partir de esa fecha colaborará con el Gobierno de Estados Unidos en la deportación de migrantes venezolanos.

EEUU, una potencia
Honduras doblegó sus brazos ante Estados Unidos dijo a Proceso Digital el experto en derecho internacional, Graco Pérez.
“Honduras doblegó sus brazos y no hay duda ya que Estados Unidos es la primera potencia del mundo en todos los ámbitos y es que nosotros como país necesitamos a Estados Unidos como aliados y socios, ellos tienen todo un abanico de posibilidades para presionarnos y alcanzar sus intereses”, expresó.
Hasta ahora, se renovó el convenio anual para que permanezca la base militar de Estados Unidos en Comayagua y se mantiene el tratado de extradición, detalló el letrado.
Sin embargo, Estados Unidos sigue avanzando en sus objetivos al deportar a venezolanos a Honduras y que estos sean llevados a sus países en aviones de Venezuela, agregó.
Honduras detrás de El Salvador
De su parte, el director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), Nelson Castañeda, señaló a Proceso Digital, que Estados Unidos está confiando a El Salvador un trabajo colaborativo en materia de seguridad que no está realizando con Honduras.
En ese sentido, Honduras permanece detrás de El Salvador, por lo que, debe aspirar a fortalecer su sistema penitenciario y disminuir la violencia para ser considerado en ese renglón colaborativo, indicó el representante de la sociedad civil.
“Nos queda esa lección, que sí se puede, bien por El Salvador que está demostrando al mundo este convenio y ojalá que tenga éxito”, comentó.
En conclusión, Honduras tiene mucho trabajo por hacer para lograr equiparar el sistema penitenciario eficiente y persecución penal que tiene el país vecino.
EEUU con el derecho a deportar migrantes
De su parte, el defensor de derechos humanos, Joaquín Mejía dijo a Proceso Digital que si bien con la llegada de Trump a la Casa Blanca, los grupos antiderechos ganan terreno, Estados Unidos tiene el derecho a deportar migrantes.
En el caso de Honduras, solo queda garantizar que esos migrantes sean retornados con dignidad, apuntó.
Consideró a bien que Honduras haga un cambio en su discurso confrontativo y que pase ahora al plano de colaborador.
“Con el transbordo de venezolanos es muy difícil ver hasta ahora si se está infringiendo una normativa internacional, pero si Honduras puede ofrecer ese servicio y si eso ayuda a mejorar las relaciones con un país con el que somos socios, me parece una decisión inteligente”, zanjó.

Dos meses de la era Trump
Sus primeros dos meses en el cargo han estado marcados por una intensa actividad ejecutiva, controversias y un enfoque en cumplir promesas de campaña, aunque con resultados mixtos y reacciones polarizadas.
En materia migratoria, Trump ha priorizado el control fronterizo y las deportaciones masivas. Desde su primer día, firmó órdenes ejecutivas para suspender el programa de refugiados, reinstaurar la política de «permanecer en México» para solicitantes de asilo y desplegar tropas en la frontera sur.
También desactivó la aplicación CBP One, afectando a migrantes que buscaban ingreso legal, y estableció acuerdos con países como Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador y Venezuela para recibir deportados. Aunque prometió el «mayor programa de deportación de la historia», los arrestos iniciales han sido menores a los proyectados (1,200-1,500 diarios), y las deportaciones no han alcanzado las cifras de administraciones previas como las de Obama y Biden en sus picos.
Económicamente, Trump ha impulsado una agenda proteccionista con aranceles del 25 % a México y Canadá (postergados temporalmente hasta marzo tras negociaciones) y de entre 10 % y 20 % a China, generando tensiones comerciales y temores de inflación.
La inflación, que en enero alcanzó el 3 %, no ha disminuido significativamente, y algunos analistas atribuyen su persistencia a estas políticas. Promesas como reducir el costo de vida y eliminar impuestos a propinas o pensiones aún no se han materializado, mientras que medidas como aumentar la producción energética fósil han avanzado con la desregulación del sector.
En política exterior, Trump ha adoptado posturas disruptivas. Suspendió la ayuda militar a Ucrania tras confrontaciones con Volodímir Zelenski, buscando un alto el fuego con Rusia que ha generado críticas en Europa por debilitar a un aliado. En Medio Oriente, ha reforzado su apoyo a Israel, mientras que su propuesta de comprar Groenlandia fue rechazada por Dinamarca. Las relaciones con China se han tensado por aranceles y retórica agresiva, aunque Trump ha expresado optimismo sobre una posible «buena relación».

Domésticamente, ha firmado cerca de 90 órdenes ejecutivas en dos meses, superando a sus predecesores, incluyendo la creación del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) liderado por Elon Musk para modernizar agencias federales. También indultó a unos mil 500 involucrados en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 y eliminó programas de diversidad e inclusión, desatando críticas por ataques a derechos de minorías. Su administración ha enfrentado más de 100 demandas legales por presuntas violaciones a leyes y la Constitución.
El impacto global y nacional es debatido: mientras algunos celebran avances en seguridad fronteriza y energía, otros advierten sobre una erosión de la imagen internacional de EEUU, una economía en riesgo de recesión y una polarización interna creciente. Trump ha prometido que «apenas está comenzando», sugiriendo una intensificación de su agenda en los próximos meses. PD